La señora Silvia Tanús Osorio, titular de la secretaría de Movilidad y Transporte ha mostrado más agallas que muchos funcionarios que la antecedieron, y este martes lanzó una advertencia a los concesionarios del transporte urbano, a quienes les pasarán revista. El mensaje parece claro: "vamos a meter orden" en un tema que pocos le habían querido entrar.
Así de importante es la declaración de la secretaria, y reconoció que aunque era obligatorio el trámite, éste no se hacía desde hace 12 años en el estado, es decir, se hacían tontos para llamar las cosas por su nombre, y por no decir una grosería aunque a veces sean necesarias.
El ultimátum señala que a partir del martes 15 de abril (por cierto una fecha que no se me olvidará por ser el cumpleaños de mi santa madre doña Anastacia Arreozola Rivera), comenzarán con la inspección de las unidades, y el objetivo es regularizar porque seguramente hay rutas como las de los antorchos y algunas otras, que circulan de manera irregular ante la complacencia de las autoridades anteriores.
Después de ese primer paso, la idea es modernizar a los más de 37 mil concesionarios del transporte público y 21 mil permisionarios del servicio de taxi en Puebla, que la verdad están en su mayoría en pésimas condiciones.
Si bien es cierto que el costo del pasaje en el Puebla es más bajo que en otras entidades, también lo es que son verdaderos focos de contaminación, además del riesgo que representa para la seguridad de los millones de usuarios.
Este Programa Integral de Reordenamiento y Modernización del Transporte Público estará vigente durante 60 días y servirá para comenzar con el reemplacamiento de este tipo de unidades, lo cual es el principio de esta clara intención del gobernador Alejandro Armenta, de ponerse del lado de los ciudadanos.
Como bien lo dijo Silvia Tanús, esta medida era necesaria desde hace mucho para obligar a los transportistas a cumplir con la normativa vigente en materia de seguridad y calidad de las unidades, y les advirtió que de lo contrario, serán retirados de la circulación.
Una vez que logren meter en cintura a los permisionarios, entonces sí podrían pensar en aumentarles las tarifas, porque si los hacen cumplir, sería justo que pudieran tener mayores ingresos para mantener la calidad del servicio, de otra forma no se justifica.
