Este domingo comenzaron las campañas para jueces y magistrados del Poder Judicial de la Federación en medio de confusiones sobre lo qué está permitido para los aspirantes, y hasta dónde los medios de información podemos difundir sus actividades.
Pero eso no es todo, la mayor duda que tienen los ciudadanos es qué grupo de interés o partido, está detrás de los candidatos a un cargo que ahora será sometido al escrutinio electoral.
En Puebla, por ejemplo el abogado Jorge Arroyo Martínez inició en las calles su propaganda para ser juez de Distrito en Materia Civil, Administrativa y de Trabajo y Juicios Federales, pero la gente no conoce sobre su trayectoria profesional.
La nota de mi compañera Nancy Camacho señala que Arroyo Martínez, es un poblano de 46 años, con estudios de licenciatura en Derecho por la Escuela Libre de Derecho, además de ser Maestro en Derecho por la Universidad Iberoamericana y catedrático de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
También es especialista en Derechos Humanos por la Universidad Castilla-La Mancha España y Doctor en Derecho Constitucional. Por supuesto que su preparación no se cuestiona, pero ¿por qué razón deberían votar por alguien que no conocen?
En honor a la verdad 60 días serán insuficientes para que los mexicanos sepan a profundidad si él, o cualquiera otro de los contendientes, tienen méritos suficientes para llegar al cargo que fueron postulados.
En cuanto a la logística, el INE tiene todo listo para que el próximo 1 de junio se instalen las casillas en todo el territorio, y el presupuesto otorgado desde hace tiempo para que la jornada electoral sea un éxito desde el punto de vista logístico.
El tema es si dos meses serán suficientes para convencer a los votantes de acudir a las urnas, cuando en un proceso electoral lo más difícil es motivar la participación ciudadana.
Las estimaciones oficiales hablan de entre un 8 y 15 por ciento de votación, pero siendo realistas este pronóstico es muy optimista. El punto es cómo tener confianza en una elección donde nadie conoce a los aspirantes y por otro lado, quién nos garantiza que tienen honorabilidad probada.
