Don Alfonso Martínez Domínguez, ex gobernador de Nuevo León, era un político de la vieja guardia, que a lo largo de su vida supo sortear infinidad de obstáculos para escalar cargos de alto nivel (1922-2002). Su sabiduría siempre lo sacó adelante.
A él se le atribuye la contundente frase de “los matanceros de hoy, serán las reses del mañana”, para ejemplificar que la política, como la vida misma, es una “rueda de la fortuna”, donde a veces estamos arriba y otras abajo.
Eso le sucede hoy al ex gobernador Jaime Rodríguez Calderón, a quien la soberbia lo hizo perder piso, y junto con un grupo cercano de colaboradores cometieron muchas injusticias, y utilizaron el dinero público como si fuera de ellos.
Desde la campaña comenzó una cacería de brujas que ya en el poder comenzó con las órdenes de aprehensión en contra de Eduardo Bailey, Pedro Morales Somohano, y el propio ex gobernador Rodrigo Medina de la Cruz (MILENIO, 01-05-2017).
Aunque no tengo elementos para afirmar que son del todo inocentes, la justicia terminó por liberarlos de las acusaciones hechas en su contra.
El poder enloqueció a Jaime, aquel sencillo campesino que con esfuerzos estudió agronomía y viajó hasta el municipio de Libres, en el estado de Puebla, para hacer su servicio social. Eso dicho por él mismo cuando lo saludé en un informe del extinto gobernador Rafael Moreno Valle.
En esa ocasión me contó brevemente sobre su estancia de algunos meses por la entidad poblana para comenzar su carrera como ingeniero.
Ahora los cargos que se le imputan son graves y por eso el juez concedió a la Fiscalía la prisión preventiva, a fin de que pueda llevar el proceso encerrado, donde tiene la obligación de demostrar su inocencia.
El día de su detención había dos preguntas que se hacían en las redes sociales, la primera en el sentido de cuánto tiempo duraría en la cárcel, pues el ex gobernador Medina solo permaneció unas horas. En eso ya El Bronco lo superó.
El otro cuestionamiento popular es si sus ex colaboradores como Manuel González o Manuel Vital, quienes manejaron a su antojo millones de pesos del erario público, deberán ser encarcelados también. El tiempo y la ley lo dirán.
Miguel Ángel Vargas