En los últimos años, mi compañero y amigo César Cubero se ha consumado como un verdadero big data, es decir, en un experto en el manejo y análisis de grandes volúmenes de datos, que a veces las mismas dependencias le piden cotejar sus números.
A ese grado es la confiabilidad de Cubero en Notivox Monterrey. Después de la pandemia, la misma Secretaría de Salud le pidió su ayuda para documentar el número de casos y los lamentables decesos por covid-19 en el estado.
Eso le ha permitido extraer información valiosa de diferentes rubros, y sus trabajos periodísticos han sido reconocidos dentro y fuera de la empresa, por lo que sus textos tienen un alto grado de confiabilidad.
En nuestra actividad, los medios de información basamos nuestros contenidos principalmente 1) en hechos y 2) ahora como César Cubero, en estadísticas, números y bases de datos para respaldar cualquier afirmación.
Por eso cuando nos dice que los meses de enero, febrero, marzo y abril han registrado las muertes más violentas en los últimos 12 años, y que este mes de mayo arrancó con siete homicidios dolosos como la cifra más alta en el país, es digno de tomar en cuenta.
Cubero destaca, además, que del 15 de abril al 1 de mayo, un lapso de 17 días, suman en la entidad 95 muertes violentas, para una media de 5.59 casos por día. Mientras que en este periodo, el estado de Nuevo León apareció en siete días, de 17, dentro del top 3 nacional de los homicidios diarios que presenta la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana a nivel federal.
Aunque no debe servirnos de consuelo, la crisis de inseguridad en la entidad es similar a lo que ocurre en Sonora, Sinaloa o Guanajuato, donde la violencia sigue empañando el proceso electoral con más ataques a candidatos y aspirantes.
Todo este entorno de agresiones en el país afecta la confianza de los ciudadanos en un sistema de partidos, pues sin importar el color de quienes gobiernen, los resultados siguen siendo los mismos: muertes.
El Guanajuato, el gobernador panista Sinhue no ha podido controlar a los criminales, tampoco Durazo de Morena en Sonora, ni Samuel de Movimiento Ciudadano en Nuevo León... son como la yunta de Silao, tan malo el pinto como el colorado.