Una reflexión me quedó del proceso interno de Morena para la selección de los candidatos a las 9 gubernaturas y es que al final en el partido de la 4T se cuadraron y quedó claro quién tiene el “bastón de mando” pues al final la decisión aunque benéfica para el género femenino, no la tomó “el pueblo bueno”.
Primero, para poner orden al festín que se traían los neomorenos, pausaron la entrega de resultados de las encuestas, y de prometer el 31 de octubre se fueron hasta el 10 de noviembre, en un ejercicio que calificaron de transparente por dar a conocer el resultado de las encuestas, pero que en realidad fue opaco, ya que las decisiones se tomaron tras las puertas cerradas y dadas a conocer a altas horas de la madrugada dónde solo los interesados estaban atentos al mensaje que daría Mario Delgado.
El estira y afloje que nada tuvo que ver con el resultado de las encuestas, dejó claro que la toma de decisiones no es de quien se dijo lideraba el movimiento con la recepción del bastón, al final el candidato para la Ciudad de México, por ejemplo no fue Omar García Harfuch el favorito de la “líder” del movimiento Claudia Sheinbaum, sino la candidata del Presidente, Andrés Manuel López Obrador en este caso Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa.
Pero hay más, fuera de las encuestas que al final son fotografías de un momento, primero que nada Morena que presume apoyar al género femenino se ajustó a lo indicado como mínimo por el Instituto Nacional Electoral para designar candidatas mujeres es decir que pudieron apostar a más pero al final sólo dejaron a 5 de las nueve candidatas posibles.
Y segundo se sabe que solo dos candidatas tienen mayor posibilidad de acceder al cargo al que fueron postuladas, con lo que de 9 posibles solo 2 alcanzarían a llegar al cargo, por la preferencia existente en dos entidades para Morena y que incluso son gobernadas ya por este partido político.
De nuevo la opacidad, de nuevo la simulación, de nuevo la imposición, pues queda claro que en ningún partido político manda la mayoría, en ningún partido político mandan los ciudadanos, en todos las decisiones se toman en la cúpula independientemente de quien diga tener el “bastón de mando”.
