Un grupo de policías de Purísima del Rincón tuvo la mala “ocurrencia” como parte de pláticas de prevención del delito de “prestar” sus armas a niños de escuelas primarias lo cual para nada es un hecho que se deba aplaudir, pero tampoco debe ser motivo para quemar en leña verde a los policías que sin el propósito de “entrenar” a menores en el uso de las mismas como se quiso hacer ver, simplemente cedieron sus implementos de trabajo para que los menores los manipularan y tuvieran la sensación cercana a ser policías.
No me parece que los elementos hayan tenido la intención de “armar” a los menores, ni mucho menos, tampoco que la pretensión de los mismos sea convertir en delincuentes a los niños a los que les “prestaron” sus armas por lo que debe también caber un poco de sensatez en la opinión pública respecto al actuar de los policías, que cometieron un error, sí pero no como para ser juzgados como si fueran unos criminales.
Y en efecto, es un poco como cuando a uno lo llevaban a conocer el cuerpo de bomberos y le dejaban sonar la sirena del camión, deslizarse por el tubo por el cual bajaban de sus dormitorios para atender una emergencia, o portar orgullosamente el uniformes de los apagafuegos, lo malo es que en este caso debieron permitirles a los pequeños el uso de otras cosas menos de sus armas de cargo, si lo que buscaban era aproximarlos al actuar de la policía.
Me parece una barbaridad querer desviar el tema para golpear una de las políticas más nobles existentes en materia de prevención del delito como lo es Planet Youth, que lo que busca es ser una herramienta integral para alejar a los jóvenes de las drogas y quienes iniciaron con esta campaña no tienen ni la más remota idea de lo que dicen. En efecto, insisto, hubo un error en esas pláticas de aproximación, pero lo peor que puede suceder es que ahora quieran ensuciar una de las pocas acciones científicas que existen para disminuir el problema que representan las adicciones.
Hoy hay grupos delincuenciales que sí reclutan menores, que sí les enseñan a disparar armas ¿Quién los señala en este momento? Ahora salen con que una pequeña por portar orgullosamente el uniforme de su padre, un policía de León, le están violentando sus derechos… ¡por favor! ¿qué no tienen nada mejor que hacer?
Miguel Ángel Puértolas