Hoy como nunca apoyo la posición del Presidente, Andrés Manuel López Obrador, de exigir respeto a México luego del allanamiento de la embajada de nuestro país en Ecuador y sin duda son justificados los reclamos hechos desde Palacio Nacional, que han llevado a la Unión Europea, la ONU e incluso al gobierno de los Estados Unidos a exigir el cumplimiento de los tratados internacionales que obligan al respeto de las sedes diplomáticas.
No cabe duda que es un hecho condenable, pues vulnera no solo a la embajada de México en ese país, sino también a cualquier representación del mundo, por lo que el rechazo unánime es justificado. Sin embargo el fondo del asunto más allá de que pueda tratarse de un conflicto político interno, también se trata de la búsqueda de la justicia por parte del gobierno ecuatoriano que buscaba al ex vicepresidente Jorge Glas acusado de al menos tres casos de corrupción y por ende tenía que comparecer ante las autoridades de su país.
En ese sentido, México, sin tener vela en ese entierro decide dar protección a Glas quien esperaba un salvoconducto para poder trasladarse a nuestro país como asilado político, tal vez sólo por pertenecer a la izquierda ecuatoriana, tendencia que ha seguido el gobierno actual respecto a todos los gobiernos de esa ala política, lo que metió a la representación mexicana en un problema que no era de su injerencia.
Volteemos a otro caso pero que afecta al gobierno mexicano, el de Tomás Zerón de Lucio, ex director de la Agencia Federal de Investigación, del que México solicitó su extradición en 2020 acusado de ocultar pruebas en el caso Ayotzinapa y quien ha argumentado al igual que Glas persecución política por lo que solicitó asilo a Israel.
Al no haber una respuesta del gobierno israelí desató la ira de las autoridades mexicanas quienes mediante un comunicado aseguraron que “la falta de progreso en la resolución de este caso se interpreta como un amparo de facto por parte del Gobierno israelí a Tomás Zerón y amenaza en convertirse en un factor irritante y disruptivo con el Estado de Israel”.
Así como México reclama la extradición de Zerón para hacer justicia en el caso Ayotzinapa, Ecuador requería a Jorge Glas, en ninguno de los casos se ha determinado la culpabilidad de los señalados pero es preciso presentarlos ante la justicia para que así suceda.
Sencillo… de no haber dado resguardo a un reclamado por la justicia ecuatoriana nada de esto habría ocurrido, lo que no justifica el actuar del gobierno de aquel país.
