Ayer 9 gobernadores de la llamada Alianza Federalista entre los que se encuentra el gobernador de Guanajuato, Diego Sinhue Rodríguez Vallejo, anunciaron que salían de la Conferencia Nacional de Gobernadores, luego de 19 años de la creación del organismo que servía algunas veces como contrapeso y otras como apoyo federado al Presidente en turno.
Los gobernadores que salen de la alianza son Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Chihuahua, Durango, Guanajuato, Jalisco, Querétaro, San Luis Potosí y Aguascalientes. Todas estas entidades representan en lo económico una parte importante el PIB nacional, son punta de lanza en exportaciones y la industria que genera una buena cantidad de empleos e ingresos por impuestos a la federación.
Pero también en cuatro de ellos se renovarán en el 2021 las gubernaturas, Nuevo León, el único estado gobernado por un mandatario independiente donde la pugna principalmente se dará entre el PAN (que lidera algunas encuestas) el PRI y Morena donde suena fuerte una candidatura femenina.
En Chihuahua gobierna el PAN y buscará este partido mantener el ejecutivo estatal tratando de evitar el avance de Morena en esa entidad, Querétaro es otra entidad donde gobierna Acción Nacional y San Luis Potosí uno de los estados importantes gobernados por el PRI.
En todas estas entidades se renovarán además congresos locales clave que servirían de contrapeso en caso de realizarse reformas constitucionales, son en sí entidades estratégicas que hoy están marcando una línea respecto a las políticas implementadas por el gobierno federal, en una unión que va mucho más allá de solo ser ese contrapeso, pues también se persiguen fines políticos comunes como serán el compartir información estratégica para evitar el avance de Morena en el próximo proceso electoral.
De no ser así de nada serviría una alianza en el momento en que el 40 por ciento de los gobernadores integrantes el año que entra no estarán en sus cargos, claro que todo es válido, en el marco de la legalidad, pero deben ser más claros respecto a los objetivos comunes y sobre todo que se vean reflejados en mejorar el nivel de vida y bienestar de sus gobernador, de otro modo, pónganle el nombre que quieran, estas alianzas no servirán de nada.
