Me parece aventurada la declaración del Presidente respecto a que gracias al programa Jóvenes Construyendo el Futuro, al crimen organizado le ha costado más trabajo reclutar a jóvenes, lo cual está muy alejado de la realidad, pues hay estudios que desafortunadamente ponen en tela de duda que con un solo programa social esto suceda.
Recientemente el Observatorio Nacional Ciudadano y la Red por los Derechos de la Infancia de México, dieron a conocer que están en riesgo por una gran cantidad de factores, no necesariamente los económicos, más de 250 mil menores de ser reclutados por el crimen organizado.
Y es que el que un joven sea reclutado depende de muchos factores no solo la pobreza también el abandono, la falta de oportunidades, la violencia familiar, el contexto social o la cercanía a zonas con presencia de grupos delictivos, son de las principales razones, además que el acercamiento y posterior reclutamiento se da no solo por miembros de los cárteles sino por familiares, amigos o personas cercanas a estos niños.
No se debe perder de vista que el poder corruptor de los grupos de la delincuencia organizada es muy superior en recursos a cualquier programa social, a cualquier salario pagado por el sector público o privado, si se tratara solo de beneficios económicos estaríamos ante una sociedad atraída a actividades ilegales.
¿Por qué la mayoría de quienes conforman corporaciones de seguridad deciden seguir en la línea de la ley pese al dinero ofrecido o amenazas de los delincuentes? porque existen valores, porque hay detrás una formación que impide que los sobornos terminen con una carrera que requiere honradez. El dinero no lo es todo, los programas sociales no son todo y no son la única vía para evitar que los jóvenes se vean involucrados con la delincuencia.
Hay que evitar los triunfalismos, es importante no perder de vista que además del apoyo económico necesario se requiere sacar a estos jóvenes de entornos violentos donde viven, llevar el desarrollo a sus comunidades y lugares que habitan, que vean que hay oportunidad de desarrollo y crecimiento que la realidad puede ser otra y que la violencia en casa por ejemplo no es la respuesta, ni necesariamente la única opción de vida.
Las dádivas no ayudan...
Miguel Ángel Puértolas