El drama de las personas desaparecidas vuelve a tener un retrato de drama, dolor y proyección internacional con el caso de los 5 jóvenes desaparecidos en el municipio de Lagos de Moreno en el estado de Jalisco, no hace mucho se retrataba la desesperación de las familias de unos trabajadores de un call center el municipio de Zapopan en la misma entidad.
Pero estos casos no son aislados y todos tienen el mismo origen: la desorbitada violencia que vive México en los últimos tres lustros cuando menos, dada la ineficiencia del gobierno mexicano para atacar primero la raíz del problema, por la necedad de ponderar votos y asistencialismo, sobre la atención de la violencia familiar y la pobreza que desencadenan en muchos casos las conductas delictivas.
Lo que es un hecho fehaciente del día de hoy es que nadie en el gobierno ha emprendido una estrategia efectiva para disminuir la criminalidad, nadie ha apostado por políticas públicas como la prevención social de la violencia y la delincuencia porque invertir en eso no reditúa votos, se empeñan en obras cuando el país entero se nos está yendo entre las manos.
México pierde cada vez que se inaugura una obra suntuosa, sin discutir su eficiencia y necesidad, cuando a la par cientos de miles de mexicanos pierden la vida a causa de esta violencia, cuando no hemos logrado reducir las denuncias de violencia familiar y el número de personas que buscan en las adicciones una forma de fugarse de su realidad, cuando miles de mexicanos no encuentran justicia ante las afectaciones por el crimen y cuando millones de mexicanos están relacionados directa o indirectamente con el crimen.
México pierde cuando se habla de una estabilidad económica, o de una reducción de la pobreza o de una mejora en las pensiones de las personas de la tercera edad pero en su lugar tenemos un país violento que nos arrebata a muchos las oportunidades de disfrutar estos beneficios.
México pierde y perderá siempre mientras los criminales sigan haciendo de las suyas y la autoridad se mantenga en la incapacidad de controlarlos.