Y no hay quien los detenga… y nadie hace algo
Y no es culpa de este gobierno diría yo, sino de una cadena de omisiones, impunidad, que pareciera en muchos casos permitida con dolo, que tienen al Estado de rodillas y a México lejos de vivir en gobernanza, donde la prosperidad no llega, la crisis se acentúa y la violencia y la comisión de delitos es el pan de cada día
Un comando asalta una empresa en el Puerto de Manzanillo, se toma su tiempo más de 8 horas… ¡8 horas! para seleccionar los contenedores de donde según los reportes de las autoridades extrajeron oro, plata y contenedores de electrodomésticos, ni un tiro, ni una alerta, el escape perfecto, otro robo del siglo, descomunal y en la nariz de toda autoridad; no hay detenidos.
En Huauchinango, Puebla, una turba enardecida por una falsa alerta, tan común como estúpida, del supuesto robo de niños, lleva a la detención por parte de los habitantes de un trabajador de la Cámara de Diputados, un joven de nombre Daniel, lo golpean, lo queman vivo y no hay responsables, ni detenidos.
En Guerrero, como ha sucedido en Michoacán y en otros estados del país, pobladores de una comunidad corrieron a pedradas al Ejército y a la policía, con toda impunidad, cuando en otras entidades esta acción constituye el delito de ataques a la autoridad y se paga con cárcel pero en este caso no pasa nada, nadie hace algo, no hay detenidos, impera la impunidad.
Masacres se cuentan ya por decenas en lo que va del año, convoyes de hombres armados circulan por las carreteras como si fueran autoridad sin ser molestados, todo esto sucede en un país que ha entrado en una vorágine de terror y delincuencia sin precedente, misma que se ha incrementado al paso de los años y se ha hecho más evidente en este siglo.
Insisto, esto no tienen que ver con un partido político o con un gobierno específico reflexionemos y nos daremos cuenta que nadie ha hecho algo en realidad para que esto cambie, es hora de exigir a las autoridades la implementación de una estrategia real contra le delincuencia, estrategia inexistente y los hechos refutan cualquiera de sus “otros datos”.