Yo no creo que el mayor problema que hoy tengan los partidos de oposición sea el de conseguir el perfil ideal de quien deberá ser su candidato a la presidencia de México, claro que este asunto ya representa un enorme reto frente a una 4T holgada en ese sentido.
Creo que el gran reto de los partidos de oposición tampoco es cómo congeniar y edificar un proyecto de un gobierno de coalición, en otros países esto se ha logrado mediante acuerdos y compromisos signados antes de embarcarse en una campaña y se han pulido en el momento que logran el triunfo, la diferencia de ideologías tampoco representa en sí una dificultad.
El gran reto de los partidos que conforman la alianza Va por México es convencer a todos aquellos electores en edad y con los derechos a salvo para votar respecto a porqué deberíamos de sufragar por ellos, y es que no necesitan convencer a los panistas, a los priistas o a los aún vivos perredistas, a esos ya los tienen en la bolsa, pero con esa cantidad de votos no ganarían la elección.
El tema es que dos de los tres partidos que se aliaron, en este caso el PAN y el PRI ya tuvieron la oportunidad de gobernar al país, con probadas muestras de incapacidad para resolver problemas tan complejos como el de la seguridad y reducir la brecha entre ricos y pobres. No quiero decir que este gobierno lo haya hecho bien, para nada, pero la diferencia es que hoy la 4T tiene candidatos, estructura y piso de electores que le dan el triunfo sin necesidad de convencer a los que se abstienen de votar.
La oposición tiene el reto de convencer a los que no ven en el voto una oportunidad para que las cosas cambien, si logran eso, créame que el candidato será lo de menos, pero hoy ni candidato tienen y tampoco convencen, así que la cosa pinta para ser un verdadero fracaso.
No esperen que lo que no han hecho en al menos los últimos 10 años lo vayan a poder hacer de hoy al día de la elección, es como querer jugar una final de futbol con un equipo armado hoy sin un trabajo previo, así de desfondados están.