Tanto en el ámbito federal como en el estatal se vienen tiempos difíciles para los organismos electorales en este caso el Instituto Nacional Electoral y el Instituto Electoral del Estado de Guanajuato a quienes los menos los han acusado de acuciosos a la hora de revisar los expedientes de sus registros de campaña.
En el caso del INE el asunto más emblemático es el de Félix Salgado Macedonio a quien el instituto le negó la candidatura al gobierno de Guerrero, mismo que en todo su derecho acudió al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) a interponer un recurso contra la decisión del árbitro electoral. Se espera de hecho que el TEPJF de acuerdo con el proyecto que elaboró el magistrado Reyes Rodríguez, se confirme la multa de poco más de seis millones de pesos a Morena por no haber presentado informes de ingresos y gastos de precampaña en el caso de Guerrero.
Se alistan también a resolver recursos de queja de Morena
Pero también contempla devolver al INE el proyecto para que individualice cada caso de todos los de Guerrero, de Morena, que fueron sancionados por no presentar el informe de fiscalización, es decir le devuelve la pelota el INE, mientras Félix Salgado ya amenazó con desconocer el fallo del tribunal si este no le favorece. En el caso de Guanajuato el Tribunal Estatal Electoral, se alista también a resolver recursos de queja presentados por candidatos de Morena a quienes se les canceló el registro por no haber presentado la documentación debida en tiempo y forma.
Igual que a nivel federal los integrantes de Morena ya empezaron a rechazar cualquier fallo a su favor y en los dos casos han acusado al árbitro de parcial y de estar solapado por intereses de otros partidos políticos.
Me parece infantil y burdo pensar eso de los mismos institutos que avalaron su triunfo con la llegada de Morena a la Presidencia de la República a la mayoría en la Cámara de Diputados así como en gubernaturas y alcaldías.
Bonita la cosa, ahora sí como árbitros de futbol, si la acción es a favor la aplauden si no le apalean, que poca ma… vergüenza. _
Miguel Ángel Puértolas
