El caso de Pedro Salmerón, propuesto como próximo embajador de México en Panamá, viene a sumarse a una serie de personajes relacionados con Morena acusados de una de las más aberrantes acciones en contra de las mujeres, el acoso.
Delito que se ha intentado llevar a juicio pero que por las ambigüedades de la ley, las lagunas, los muchos reportes y las pocas denuncias que en menor cantidad llegan a los juzgados y casi ninguna a sentencia, orilla a miles de mujeres a desistir de llevar ante las autoridades correspondientes la denuncia necesaria. Es irritante escuchar a funcionarios defendiendo a sus compañeros pidiendo a las víctimas que denuncien cuando en la mayoría de los casos son revictimizadas por autoridades y victimarios luego de acudir a la instancia correspondiente. “Si tienen pruebas que denuncien” dicen con esmero, sabiendo que difícilmente los casos procederán.
Pero como decíamos la fila de casos todos reprobables y todos defendidos por el gobierno en turno, salvo por el caso del Saúl Huerta, denunciado por abusar de un menor de 15 años en un hotel de la colonia Juárez de Ciudad de México, tal vez el único caso llevado a juicio y el más delicado de los que aquí se reseñan. También fue motivo de fuertes críticas un video de David Monreal, cuando siendo candidato a la gubernatura de Zacatecas, se le captó tocando los glúteos a una compañera de partido, imágenes que indignaron a más de uno, pero desafortunadamente para muchos la ofendida salió a defender a Monreal, dicen algunos, obligada por las circunstancias.
Y cómo olvidar el caso de Félix Salgado Macedonio, candidato de Morena al gobierno de Guerrero, que protagonizó acusaciones no solo de acoso sino también de abuso sexual en al menos tres ocasiones. Sume a Julio César Lorenzini, quien ocultó una denuncia por violación de 2019, o Alfonso Vásquez, profesor de Filosofía en la UNAM denunciado por abuso sexual.
Guanajuato, no quedó exento pues además de Salmerón, se acusó en su momento a Guillermo Villaseñor y Rubén Barroso ambos fueron aspirantes a diputado federal. Si el río suena, agua lleva… y esto para nada beneficia al partido en el poder.
Miguel Ángel Puértolas
