Hay una frase que dice: “Muchas veces el triunfo engaña”, y creo que es lo que le sucedió —y le está sucediendo— al Universitario de Nuevo León.
El haber quedado campeón hizo que se nublara un poco la realidad del equipo, de su futbol y de lo que se plantea.
Si a su afición le dices que Tigres conquistó la corona con base solamente a una enorme Liguilla te dicen que quien se los haga saber está ardido y mil cosas más.
Y no pido más de la afición, pues ésta, COMO TODOS LOS SEGUIDORES con sus equipos, ven el futbol con pasión y no con la razón.
Nada tengo en contra de los felinos, al contrario, fui feliz con su título, pero un periodista no está para echar porras como los matraqueros con micrófono que sólo se la pasan apoyando.
El tema con Tigres es sencillo y a la vez complejo: No tienen equipo suficiente para quedar campeones. Sí, sucedió hace casi mes y medio, pero es una vez en 20 oportunidades.
Si eres un fanático al equipo que no le gusta leer que le digan que no es el mejor de la Liga sólo por haber sido campeón, si gustas no sigas leyendo.
Vuelvo al inicio: “El triunfo engaña”, y esto pasa con Tigres.
Síganle…
El error…
Pensar que porque eres campeón todo está bien y se tiene plantel para volverlo a hacer, es un error que se le puede pasar a los aficionados, sí, pero no a los dirigentes.
Tigres trajo dos nuevas caras a sus filas: el portero suplente (no cuenta) y a Pizzuto (tampoco cuenta). Ambos son suplentes. Ninguno hará diferencia con respecto al torneo anterior.
Creer que con lo que se tiene son favoritos para repetir, es el error del que les estoy hablando.
Lo quiero mucho, pero André ya no es el mismo, Y JAMÁS SERÁ CRÍTICA, NUNCA; simplemente es algo normal con la edad.
Llegaron las lesiones y su hombre fuerte de la Liguilla —Sebas Córdova— seguirá en el hule. El relevo de Gignac —Nico Ibáñez— tiene 5 de gol… ¡y falla las 5!, su hombre más caro, Gorriarán, no es ni la mitad de lo que fue en Santos.
Y lo inexplicable: Robert Dante Siboldi, que por momentos no sabe qué hacer, sigue TERCO alineando a Ray Fulgencio, un jugador que es un verdadero cero a la izquierda en el equipo.
Ese comentario de que es de la agencia de su hijo y que por eso lo mete no la compro. No creo que ése sea el motivo. No es tonto para alinear a alguien por intereses, porque el jugador es tan malo que sería inexplicable: “No hay borracho que coma lumbre”, dicen por ahí.
Fulgencio es un insulto. Perdón, pero eso es.
¿Y el refuerzo?
Sé, porque me lo dice mi Judas Tigre de Cemex, que sí están —de manera silenciosa— buscando uno por izquierda. Eso lo sé.
Sin embargo, si no traen a nadie será un enorme error de Sinergia Deportiva.
Con este plantel muuuy difícilmente volverán a ser campeones.
Sé también, como lo dije al inicio, que el aficionado con fanatismo dirá que no es así, que su equipo es el mejor y que serán bicampeones.
Y no los culpo, el fanatismo por los colores nubla la razón.
¿Y Rayados?
El otro regio también tiene tema. Durante el lunes veré lo de la ya devaluada “Bomba” y se los comentaré.
También tendré la versión de mi Judas respecto a ese nulo cambio del Rayados de Vuce al Rayados del Tano.
Eso que gritó a los 800 vientos y que la directiva dijo 200 veces en su discurso de la ofensividad y las formas, nomás no se ve.
Pero eso mañana.
