El nuevo aeropuerto de la ciudad de México tendrá un costo nada desdeñoso de 170 mil millones de pesos, el problema no es el dinero, la cuestión crítica es la duda si ese lugar es adecuado para construir, porque según algunos expertos la zona del lago de Texcoco no es apta para esa obra magna, los críticos ponen en la mesa de discusión lo sucedido con la terminal dos del aeropuerto de la ciudad de México, la cual en este momento se está hundiendo.
Por otro lado, ha transitado usted por la autopista del lago México-Texcoco, la cual pasa precisamente sobre el lago de Texcoco, si la ha visto habrá observada las malas condiciones en la cual se encuentra, no porque esté en mal estado su asfalto, sino porque parece que va usted sobre el mar, está lleno de pendientes que ascienden y descienden, precisamente por las fallas tectónicas y la debilidad del terreno. Esa obra tiene más de 15 años de inaugurada y desde aquel entonces la obra sigue igual.
Pero bueno, sigamos reflexionando sobre este tema, primero, considerar que la ciudad de México es una de las más importantes del mundo, sin embargo su aeropuerto construido en 1952 fue realizado para ese tipo de ciudad y de país, fue construido para resolver problemas de comunicación vía aérea hace más de 60 años.
Si comparamos nuestro actual aeropuerto detectamos que algunos de los mejores del mundo tienen al menos 100 posiciones de contacto directo con el avión, el nuestro, sólo tiene 56, otro dato, el aeropuerto actual tiene 6 vuelos directos a Europa, Sao Paulo, Brasil tiene 16 vuelos directos a Europa. En concreto, nuestro aeropuerto no funciona actualmente.
Recordemos que un buen aeropuerto no sólo resuelve problemas de turismo, también transporta empresarios y mercancías, por ello la importancia del mismo. Otro dato: uno de cada 3 pasajeros aéreos pasa por la ciudad de México y además el 50 por ciento de las mercancías que se transportan por avión, pasan por la ciudad de México. De ahí otro tema importante que justifica por supuesto su construcción.
En el aeropuerto actual transitan en este momento 32 millones de pasajeros al año, el aeropuerto actual está hecho para 8 millones de pasajeros al año, esto es, está sobresaturado con 24 millones de pasajeros. Dice Peña que la construcción del actual aeropuerto permitirá transportar 120 millones de pasajeros al año, no cabe duda que el proyecto actual es ambicioso para un México que debe aspirar al primer mundo.
El tema del tipo de suelo, los expertos señalan que el suelo es apto, inclusive para la construcción de las nuevas pistas es más apto inclusive, que el lugar en el cual se ubican las actuales. No cabe duda que la experiencia nos lleva a dudar, y es que el hundimiento de la terminal dos nos pone en cuestionamiento, sin embargo, por lo pronto les doy el beneficio de la duda, dado que el diseño del aeropuerto fue realizado por el mejor arquitecto del mundo mundial (como dice Martinoli).
Debemos reflexionar en el transporte y las vías de comunicación que deberán conectar a la ciudad de México con la entrada del nuevo aeropuerto. Primero, la existencia de maleteros es un tema del tercer mundo, no es posible seguir con ese tipo de servicios incómodos, incómodos porque no es posible salir de aduana y tener que dejar el carrito de maletas en ese lugar, en la terminal uno no es posible llevar mis maletas sobre el carrito hasta la puerta de mi automóvil. Estoy cierto que ahí influye un tema sindical, pero esperemos que no acepten maleteros dentro del nuevo aeropuerto y se permita que los carros para maletas lleguen hasta las puertas de mi auto, tal y como sucede en cualquier aeropuerto del mundo.
El tema del metro es algo que deberá cambiar, actualmente no hay oferta del metro que pueda absorber a esos 120 millones de pasajero que en un futuro el aeropuerto generará, por supuesto, no todos los nuevos pasajeros tomarán el metro, pero al menos un 30 por ciento si lo querrá hacer dados los bajos costos que el transporte público tiene. Es necesario hablar de movilidad de transporte nodal. Estamos en espera de nueva información que provenga del gobierno.
Qué tan cierto es que Carlos Slim haya tenido el diseño arquitectónico a través de su yerno Fernando Romero, ¿es un tema que hizo ruido por los periodistas o no debemos preocuparnos? Particularmente consideramos que el proceso no fue transparente, se habló de un concurso transparente y abierto, pero definitivamente no sabemos más allá, quiero decir ¿quiénes fueron los jurados y cuáles fueron las normas para participar? El que se haya dado el proyecto a Slim de forma directa, eso es algo que quizá nunca sabremos. En fin, podemos observar varios pros y contras, los contras quizá vienen porque aún nos falta información. Esperemos que la información llegue pronto. Lo que sí es cierto es que el nuevo aeropuerto es una magna obra para un México que aspira a ser grande.