Es doloroso, y sin embargo necesario, escribir en este día, que debería ser de celebración, sobre los enormes riesgos y sufrimientos que viven muchas niñas, niños y adolescentes en México.
Se trata de experiencias inaceptables, de circunstancias que eran inimaginables al comenzar este siglo y que hoy incluso corren el riesgo de normalizarse. Ojalá que no, que nunca se normalice esta atrocidad.
Miles de niñas y niños padecen daños y sufrimientos que ninguno tendría por qué sufrir. Por lacerante que sea, hay que difundirlo para generar conciencia y para construir unidad y compromiso con el propósito de poner un alto a esta barbarie.
Desde al menos hace 15 años, las niñas, los niños y los adolescentes de México pueden ser asesinados, robados, desaparecidos. La dimensión de lo que ocurre es inhumano y vergonzoso.
Cada día son asesinados siete niños, niñas y adolescentes de entre 0 y 17 años, y solo tres de cada 100 casos terminan en algún tipo de sentencia.
También cada día son desaparecidas 14 niñas, niños o adolescentes, uno cada 100 minutos, lo que representa que al menos 14 familias se sumerjan en el indescriptible dolor de una ausencia interminable.
Desde 1964 hasta el 11 de abril de 2022 se ha registrado la desaparición de 82 mil 328 niñas, niños y adolescentes. De estos, 65 mil 950 han sido encontrados, 710 sin vida, en tanto que 16 mil 378 continúan sin ser localizados. (Datos de la Red por los Derechos de la Infancia en México, Redim, algunos incluidos en el Informe del Comité de Naciones Unidas contra la desaparición forzada sobre la situación en México, 2022).
De estos más de 16 mil, tres de cada cuatro son adolescentes, es decir, de 12 a 17 años, y de estos, seis de cada 10 son mujeres.
Infortunadamente puede inferirse que niñas, niños y adolescentes desaparecidos son en su mayoría víctimas de trata de personas. Las mujeres son destinadas las más de las veces a la explotación sexual y los hombres incorporados por la fuerza o el engaño al crimen organizado.
De acuerdo con el informe de la CNDH Niñas, niños y adolescentes víctimas del crimen organizado en México (noviembre, 2019), alrededor de 30 mil personas de este rango de edad ha sido reclutadas por los cárteles y realizan actividades delincuenciales como vigilantes, si son pequeños; como cuidadores de casas de seguridad si tienen más de 12 años; y como sicarios a partir de los 16.
En esa circunstancia, la muerte o la prisión son casi fatal destino. Los que van a dar a la cárcel lo hacen mayoritariamente por robo, homicidio, lesiones, secuestro, portación o comercio ilegal de armas y drogas.
Para acentuar el desamparo, en miles de casos no hace falta estar fuera de su casa para padecer agresiones: en 2021, fueron 12 mil 918 las niñas, niños y adolescentes atendidos en hospitales por violencia familiar; 9 de cada 10 eran niñas.
Urge salir de esta pesadilla. Nuestras niñas y niños merecen espacios seguros, dignos, propicios para su desarrollo, en los que el comienzo de la vida no consista en sobrevivir a diario.
*Secretario general de Servicios Administrativos del Senado y especialista en derechos humanos. @mfarahg
Lecturas recomendadas: Reclutamiento y utilización de niñas, niños y adolescentes por grupos delictivos. Análisis desde las políticas públicas y la legislación. Documentos de Redim y del Observatorio Nacional Ciudadano https://bit.ly/3OIUPlF y https://bit.ly/3vq5VEx