No hay fecha que no llegue, ni plazo que no se cumpla. Este territorio que llamamos México, tierra de tempestades y tanta historia, está próximo a tener la primera líder política suprema.
No solamente en nuestra historia nacional, que data desde 1821, no hemos tenido una presidenta. Sino que desde mucho antes con el Virreinato, así como los pueblos prehispánicos originarios, no se ha tenido una mujer en el encargo político más alto.
El día de ayer se dieron a conocer los resultados de las encuestas que organizó el partido-movimiento Morena a nivel nacional, y que de manera contundente salió victoriosa la doctora Claudia Sheinbaum Pardo.
Resulta más que evidente para cualquier analista político, con dos neuronas funcionales, que tomando en consideración la confianza del pueblo de México en la Cuarta Transformación, Morena continuará en el poder, y lo hará bajo el liderazgo de la primera mujer presidenta de nuestro país.
Muchos consideramos el proceso interno de Morena, que mandata la aplicación de encuestas para elegir los candidatos, como la verdadera elección que determinará quién gobernará nuestro país del 2024 al 2030. Es tanto el apoyo popular hacia este movimiento que no veo que la oposición tenga ni la más mínima posibilidad de ganar la elección del 2024.
¿Qué sigue? Después de recorrer todo el país varias veces y recoger tantas necesidades y problemas por los que pasan nuestros compatriotas, debemos establecer propuestas muy concretas sobre cómo afrontaremos estos retos de la manera más eficaz y eficiente posible.
Esta plataforma y plan de gobierno será sumamente detallado para no dejar dudas sobre su implementación. Contendrá los objetivos generales, estrategias, líneas de acción específicas, plazos de cumplimiento, responsables, presupuesto necesario, así como indicadores de desempeño (lo que no se mide no se puede mejorar).
Claudia Sheinbaum, con sello propio y unidad, dará continuidad al proyecto de Nación. Dándole ese toque metódico que caracteriza a todo buen científico. Gobernando, basándose en la evidencia, con mucha productividad y resultados.
Los resultados que consiguió en la Ciudad de México en sus cinco años de gobierno son su mejor carta de presentación. Resultados, no palabrerías como lo hacen otras candidatas. México está listo para tener a su primera mujer presidenta, ¡enhorabuena y para delante siempre!
