Nuevamente se hizo presente el fenómeno de los abucheos en los eventos presidenciales. En las dos anteriores visitas de AMLO a la entidad, la cordialidad se había mantenido en alto nivel entre las huestes del primer mandatario y las del gobernador de Guanajuato.
Pero algo extraño sucedió entre el viernes 7, día de la gira de López Obrador a Tierra Blanca y ayer.
En el registro quedará el resbalón del secretario de Salud del gobierno Federal, Jorge Alcocer Varela, quien según nos relató en su reporte Héctor Eduardo Padilla, al ser entrevistado el funcionario federal minimizó el primer lugar que ocupa Guanajuato a nivel nacional en el Índice de Transparencia del Gasto en Salud de las Entidades Federativas (ITGSEF), para, acto seguido, resaltar que en Guanajuato, Diego Sinhue tiene sin resolver un severpo problema de inseguridad.
Y es que para nadie es un secreto que nuestro estado tiene el nada honroso primer lugar en homicidios dolosos. Que Guanajuato ha vivido meses y años cada vez más violentos de los que se tenga registro en la historia reciente.
En eso han sido eficaces en el Gobierno Federal: resaltar un día sí y al otro también la incidencia de asesinatos en tierras guanajuatenses.
Pero lo que ocultan a toda costa, como quien barre en casa el polvo solo para echarlo debajo de la alfombra, es que el baño de sangre que tiñe a la entidad tiene su origen en disputas de grupos de orden delictivo federal.
No me queda claro si el señor secretario de Salud Jorge Alcocer expresó deliberadamente su opinión, o fue una respuesta a botepronto, sin meditar, pero que deja traslucir cierta animadversión hacia Guanajuato.
Lo que sí me queda claro es que la bulla que la gente expresó –vaya usted a saber si de manera orquestada o no- durante la inauguración del cuartel de la Guardia Nacional en el municipio de Romita, gobernado actualmente por el PRI, puede enmarcarse dentro del ámbito de la libertad de expresión, lo cual es un derecho que debe ser respetado, casi considerado sagrado.
Pero también estoy convencido de que quizá lo más rescatable de la democracia, es que la opinión ciudadana que más pesa se expresa en las urnas, el día de la elección.
Y es evidente que ahí, donde realmente importa, Guanajuato en 2018 dio un rotundo ¡no! al populismo facilón de López Obrador.
Periodista de investigación. Ex servidor público de carrera
