La recién celebrada prueba de natación de aguas abiertas en los Juegos Olímpicos de Tokio, donde el mexicano Daniel Delgadillo fue uno de los 26 participantes que recorrieron los 10 arduos kilómetros que integran el llamado Maratón de Natación en el Parque Marino de Odaiba, nos inspira hoy para hablar sobre los grandes beneficios que el yoga trae a los nadadores.
En natación, el trabajo intenso lo lleva la parte superior, especialmente espalda, pectorales, hombros y pecho. De entrada, el yoga aumenta la flexibilidad, mejora la capacidad de recuperación y previene la aparición de lesiones. Hay que recordar que los nadadores son propensos a lesiones justo de hombros, tobillos y espalda. Además, el yoga incrementa la fuerza; las asanas no solo fortalecen las zonas inferior y superior del cuerpo, sino también la parte media, esencial para la flotación.
Otro punto importante es que el yoga mejora la concentración y la relajación mental que disminuyen la ansiedad y el estrés muy presentes, especialmente en atletas de alto rendimiento. Asimismo, la capacidad pulmonar se amplía, y esa oxigenación evita la fatiga.
A continuación te presentamos tres asanas ideales para nadadores:
Urdhva Mukha Svanasana, el Perro Boca Arriba. Ésta es una postura muy completa, que se puede usar antes o después del entrenamiento. Fortalece muñecas y hombros, abre el pecho y flexibiliza la columna; trabaja la respiración para abrir la mente y concentrarse en los objetivos. Es importante poner atención en no subir los hombros, en la curvatura lumbar y en que las caderas y muslos no toquen el suelo.
Gomukhasana, postura de la Cara de Vaca. Es una asana asimétrica y sentada que ayuda a estirar los brazos, hombros y espalda. Fortalece y abre las caderas y el músculo psoas. Esta posición da mucha importancia a los hombros, consiguiendo que el movimiento sea lo más amplio posible. Al tomarse las manos por detrás favorece también el estiramiento de tríceps. En cuanto al tren inferior, Gomukhasana favorece la rotación de caderas y rodillas haciéndolas más resistentes.
Anjaneyasana, la Luna Creciente. Ésta es también una postura asimétrica que aumenta la fuerza y la estabilidad en la pelvis, la cadera y las piernas al mismo tiempo. Estira espalda, hombros y brazos. También ayuda a aumentar el rango de movimiento de los hombros para dar mayor eficiencia a cada brazada.
@marien_caminoa7
(Con información de yogayogui.com, sportlife.es, y natacioncs.com)