La actitud adoptada por el gobierno federal tras la tragedia de Acapulco es a todas luces condenable, debido a que nadie sabe ni informa a la nación de lo que aconteció de manera grave en el otrora paradisiaco puerto que quedó reducido a escombros luego del inenarrable impacto del huracán Otis.
Ante la desgracia, no es posible que el presidente López Obrador se haya trasladado a aquella entidad por carretera, primero en una camioneta y luego de atascarse en el anfibio militar, en un camión de redilas para “salvaguardar” a los guerrerenses de su desolación.
No es posible que el mandatario así lo haya decidido cuando ya se sabía de los daños que había ocasionado el fenómeno natural que dejó en ruinas a Acapulco.
De igual forma, ¿dónde estuvo la gobernadora, hija del cuestionado Félix Salgado Macedonio, para atender a los miles de damnificados? Frivolidad y cinismo puro lo mostrado por la representante de Morena en el gobierno de Guerrero que vuelve a dejar en evidencia su paupérrimo papel desempeñado como jefa del Ejecutivo estatal.
Sin duda, hasta los férreos defensores de todo lo que huela al lopezobradorismo, no creo estén hoy de plácemes ante la tragedia de Acapulco. No obstante lo que manifieste con desparpajo, -eso sí orgulloso de sí mismo- el propio presidente de que es el segundo mejor Jefe de Estado calificado según estadísticas que le hacen llegar, en lugar de referirse a la ayuda que requieren los guerrerenses. Luego de ver de forma general los daños ocasionados por Otis ayer por la madrugada, se esperaba que el gobierno local y federal actuaran de manera instantánea como lo hizo entonces el régimen encabezado por Vicente Fox en 2005 en una tragedia similar, tras el paso devastador de Wilma por Quintana Roo.
Ahí, de manera personal, fue el propio Fox quien encabezó los trabajos de ayuda y posterior reconstrucción de Cancún, que sucumbió entonces como el sitial por excelencia del turismo nacional.
Hoy podrá esgrimir lo que quiera López Obrador, pero ni siquiera atinó a decir lo que aportaría su administración ante la destrucción de Acapulco.
Y más pésimo que los mexicanos permanezcamos impávidos ante las medidas absurdas adoptadas por el gobierno de Morena, que todavía no atina a analizar ni a resolver la gravedad de los hechos vividos ayer en el multireferido puerto. De pena ajena la actitud que se arrogó el gobierno de López Obrador ante una tragedia de consecuencias irreversibles.
Notas de Trascendencia
Será el lunes próximo cuando Morena de a conocer al candidato a la gubernatura de Jalisco para la elección del 2 de junio del 2024. Marco Antonio Pérez Garibay, uno de los aspirantes con mayores posibilidades de ser el ungido, ha desarrollado un trabajo de tierra con logros importantes. La dirigencia del partido guinda ha hecho diversas encuestas por teléfono para conocer cuál es el candidato con mayor aceptación entre los simpatizantes de Morena. Solo habrá de esperar este fin de semana para saber quién será electo. Podrá imponerse el papá del afamado piloto de Fórmula 1, Sergio Checo Pérez. La moneda está en el aire.
