En un informe que pasará a la historia por la serie de infamias y controversias que ha inventado, el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sentenció, a pesar que la nación enfrenta dos crisis simultáneas: la económica y la de la pandemia del Covid-19, “tenemos el mejor gobierno en el peor momento”
Y es que el Jefe del Ejecutivo federal leyó ante poco menos de 80 colaboradores de su gabinete; algunos invitados y representantes de Cámaras y Confederaciones empresariales en el Patio de Honor del Palacio Nacional, que el país atraviesa por una crisis profunda de diversos rubros, que será solventada por la voluntad de él, de los mexicanos que lo apoyan y creen de manera incondicional en la política que ha delineado.
Durante el mensaje del martes pasado, el tabasqueño convirtió el otrora Día del Presidente, en un discurso donde afloraron como siempre, las críticas hacia el pasado reciente y que según López Obrador, le heredaron muchos hechos vergonzantes que le han impedido al país crecer como debiera.
Puntualizó con voz en cuello que su gobierno no ha permitido ni permitirá la corrupción que ha servido en dos años para ahorrar casi 600 mil millones de pesos porque se acabaron las componendas y el robo descarado al erario.
De igual forma, en ningún momento reconoció que México enfrenta una profunda crisis económica, propiciada por sus medidas draconianas y también porque ha recortado presupuestos en todas las dependencias federales, incluido el sector salud, sin duda, el más golpeado por sus absurdas ocurrencias.
Sin embargo, adujo que en los próximos años los mexicanos agradecerán la serie de medidas adoptadas, precisamente para evitar mantener a políticos que solo buscaron el poder para servirse de él.
No queremos más, esgrimió en su breve discurso, que los mexicanos persistan en enfrentar o vivir en un país donde la corrupción es parte de una cultura que nos legaron los políticos de antaño, que no supieron ni tampoco quisieron, equilibrar las finanzas y si en cambio buscaron la manera de cómo robarse y servirse del poder para satisfacer sus más imperiosas necesidades.
En su discurso de 46 minutos, López Obrador insistió que la pandemia que ha cobrado hasta hoy más de 63 mil víctimas en diversas partes del país, no es por supuesto, un asunto político sino sólo de salud pública.
De ahí que haya confiado en un equipo de profesionales de gran experiencia que no obstante ser cuestionado, ha adoptado decisiones acertadas y que han evitado mayores contagios y fallecimientos a lo largo y ancho de la República mexicana.
Ya encarrerado y sin ningún dejo de recato, el tabasqueño fustigó la ausencia del fiscal general de la República, Alejandro Gertz Manero así como del titular de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, de quienes adujo con sorna, “tienen la arrogancia de sentirse libres”.
Notas de Trascendencia
No obstante sus amagos y subirse a la máxima tribuna del país, Gerardo Fernández Noroña quedó al margen de la búsqueda de la presidencia de la Cámara de Diputados, de la que dos días antes de la elección oficial, se sentía ya el paladín de la primera legislatura de la llamada Cuarta Transformación.
Con el voto en contra de sus correligionarios, el otrora perredista quedó al margen de la negociación final, ya que desde Palacio Nacional se instruyó al líder de los diputados de Morena, Mario Delgado, para que no quedara al frente de la mesa directiva Fernández Noroña, quien sin duda emulando a Chávez y a Evo Morales, -sus políticos de cabecera- convertiría la tribuna más alta del país en la piedra de los sacrificios como practicaron los aztecas en la plaza principal de la Gran Tenochtitlán.
Y desde esta colaboración, envío mi más profundo sentimiento de amistad, a mi amigo entrañable, Manuel Valdés Peña, por el fallecimiento de su padre, el cómico Manuel Loco Valdés. Te abrazo con todo mi aprecio, Hermano Queridísimo.
