Los accidentes y enfermedades no avisan y pueden acabar con tu patrimonio y el de tu familia. Un seguro de gastos médicos mayores cumple el objetivo de solventar gastos hospitalarios y proteger las finanzas.
1.- Busca una compañía que tenga solidez financiera y moral. Se requiere tener la seguridad de que cuando se presente un siniestro, te respondan. Siempre ten en mente esta pregunta: ¿Si hoy me ocurriera algo, en qué hospital me gustaría que me atenderían?
2.- Evalúa la cobertura necesaria para ti y tu familia tomando en cuenta factores como la prima, la suma asegurada, el nivel hospitalario. Siempre ten presente los hospitales de tu región que incluye la póliza y apréndete el número de la misma.
3.- Es fundamental saber qué cubre tu póliza y qué no, para no llevarte sorpresas a la hora de un siniestro. Pídele a tu asesor que te explique con claridad los alcances, limitaciones y exclusiones del contrato.
4.- Compara servicios y precios. No te dejes llevar por el costo. Lo ideal es hacer una evaluación profunda de las ventajas y desventajas de cada opción. Acércate con un agente de seguros ya que las pólizas son complejas y además implican un contrato.
5.- Recuerda que el deducible es el primer gasto que corren a cargo del asegurado; cuando se ha cubierto este, la aseguradora cubre el resto de la cuenta. Elige un deducible que puedas pagar en caso de que haya una emergencia.
6.- Nunca mientas a tu aseguradora acerca de preexistencias, o enfermedades crónicas que tengas, te puede salir caro, perder tu póliza y mucho dinero ya que la seguradora no se hará cargo de los gastos.
7.- Trata de pagarlo de manera anual, ya que ménsula o trimestral el costó se incrementa y verifica que la aseguradora te garantice renovación vitalicia independientemente del estado de salud o de la edad.
8.- Pregunta por los tiempos de espera para padecimientos que lo requieren, lo ideal es que sea el menor tiempo posible. De esta manera podrás gozar de todos los beneficios de tu póliza.