Los seguros son contratos por los cuales una compañía debidamente constituida se compromete a compensar económicamente a los beneficiarios cuando ocurra una eventualidad.
Estos implican un desembolso de dinero programable y cuya finalidad es evitar desembolsos mayores en caso de algún contratiempo, por tanto se puede tomar hasta como un ahorro al estar previniendo e invirtiendo.
Entre los seguros más comunes se encuentran los de automóvil, gastos médicos mayores, de vida, robo a negocios y valores, contra incendios y desastres naturales entre otros.
1.- Póliza es el documento donde se encuentran los derechos y obligaciones entre el beneficiario y la aseguradora, la prima es la cantidad de dinero que se paga por estar protegido y la suma asegurada es el monto máximo que pagaría la compañía en caso del siniestro, El deducible, es la cantidad adicional que se debe pagar a la aseguradora cada vez que ocurra un siniestro. Y la cobertura son los riesgos específicos frente a los cuales el seguro protege y las exclusiones aquello que no cubrirá la póliza.
2.- Se recomienda contratar un seguro de vida en caso de tener dependientes económicos y especificar el porcentaje de la suma asegurada que les corresponde a los beneficiarios.
3.- Busque un agente de seguros para que le explique cuál es la mejor opción de acuerdo a sus necesidades y con diferentes compañías para poder comparar calidad, cobertura y precio.
4.- Revisar y comprender bien la póliza para que no haya malentendidos, las exclusiones deberán constar expresamente.
Una vez contratado el seguro, manténgalo vigente y pagado para que pueda estar protegido.
5.- Evite tener más de un seguro para la misma cobertura, tome en cuenta los recargos en la prima por determinado número de siniestros que le ocurran.
6.- Si ya no quiere mantener la póliza comuníquese con antelación con su aseguradora para evitar generar un nuevo pago.
7.- Tome en cuenta el pago de la prima quincenal o mensual dentro de su presupuesto de gastos.