Una mentira no tendría sentido si la verdad no fuera percibida como un peligro. Semana trágica para el gobierno y para el país. No existen las argumentaciones difíciles porque el objetivo es comunicarlas para que los otros entiendan. Únicamente es difícil de explicar aquello que no se entiende colocando el debate, tal y como está planteado en estos momentos, a consecuencias no deseadas.
La 4T enfrenta su crisis interna más delicada en la relación civil-militar y ésta trastoca los ámbitos más críticos en la esfera de la cooperación internacional sobre cuestiones de seguridad. Al cúmulo de sucesos de humillación, vejación y agresiones a soldados por delincuentes disfrazados de pueblo bueno y sabio, se suman las mentiras y contradicciones del gabinete de seguridad en torno al fracaso que derivó en la toma de decisión del Presidente en la claudicación del Estado frente a una organización criminal en Culiacán, Sinaloa, y que ha colocado a México en un escenario de suma complejidad externa pero sobre todo interna.
Es un falso dilema colocar en el centro del debate la detención de un criminal versus la vida de los ciudadanos si ambos son responsabilidad del Estado. La maniobra mediática del control de daños de la derrota oscilando entre el abandono de la idea del “daño colateral”, el humanismo de López Obrador, la sinceridad en admitir precipitación, novatez e ineficacia en la planeación del operativo para detener al delincuente desestimando su estado de fuerza y la mentira del “patrullaje de rutina” frente a la nación son motivo suficiente para acciones muy drásticas.
El daño en el núcleo verde olivo es un hecho. La señal para otras organizaciones criminales está enviada. La suerte de regiones controladas por la delincuencia muy organizada está echada. La confianza en las autoridades está lastimada. La respuesta de Estados Unidos pese a tuits y llamadas dista mucho de ser clara. El gobierno generó por incompetente su crisis que por cierto se suma a la del ámbito migratorio. De visas, empleos y bienvenidas a persecución, maltrato y expulsión. La contradicción, el desorden, la precipitación e ignorancia en estos 10 meses hicieron implosión en el gabinete de seguridad.
Y esto no es un dato menor.
@GomezZalce