Política

La punta del iceberg

El pasado lunes 3 de mayo sucedió lo que las vecinas y los vecinos de la zona del accidente tanto temían: la Línea 12 del metro, que va de Tláhuac a Mixcoac, colapsó mientras un convoy circulaba con pasajeros, dejando como resultado 25 muertos y 79 heridos.

Tras años de quejas y denuncias de las múltiples fallas mecánicas y estructurales de la infraestructura, la llamada “Línea Dorada” dejó a todo México de luto y sumido en la indignación al estar ante otro caso más de negligencia, corrupción y falta de empatía para las víctimas y sus familiares.

Porque, como lo mencioné en un inicio, el desenlace ya estaba previsto por todas aquellas personas que, tras las diversas fallas presentadas por dicha línea, denunciaron e intentaron (sin obtener resultados positivos) evidenciar un problema que a todas luces era grave y que costaría la vida de decenas de mexicanas y mexicanos, más temprano que tarde.

Pero lo ocurrido respecto a la tragedia no solo se trata de un caso que se pudo evitar, sino que también es solo la punta del iceberg del sistema fallido de movilidad de la Ciudad de México y de todas las urbes mexicanas, pues los recortes presupuestales que el Metro ha venido sufriendo desde el 2018, son el reflejo del desinterés que tienen nuestras autoridades por el tema.

A nivel nacional el transporte público es uno de los más abandonados en todos los sentidos y es uno de los medios de transporte en el que se mueven la mayoría de las y los mexicanos (es el que más utilizamos nosotras las mujeres), por lo que cualquier recorte presupuestal que se le haga, representa un fuerte golpe para la sociedad, ya que con ello se vuelve más probable un incremento de la inseguridad, de las desigualdades y de las injusticias.

Hoy lo podemos ver con lo que sucedió en el Metro: cómo la austeridad, la corrupción y la apatía nos han arrebatado vidas humanas y nos ha dejado la incertidumbre de qué es lo que sucederá respecto a este medio de transporte que a diario mueve a más de 4 millones de personas, y cómo una de las alcaldías con mayores índices de vulnerabilidad, queda aún más desprotegida ante este lamentable hecho.

Y, aunque sin duda alguna, el metro representa un medio de transporte que juega un papel clave en la movilidad de la Ciudad de México, no es la columna vertebral del transporte público, a pesar de la cantidad de personas que lo utilizan y se mueven en él, sino los microbuses, los cuales mueven al 74.1 por ciento de la población.

No obstante, ambos son igual de importantes, pues no solo se tratan de medios más asequibles para la sociedad, sino también más amigables con el medio ambiente y los que generan más beneficios sociales, por lo que invertir en ellos no solo refiere a una mejora de las ciudades, sino también de justicia social.

Lo que ocurrió en el Metro es un caso en el que indudablemente se debe seguir exigiendo justicia para que las y los responsables paguen por los daños cometidos, pero también para que las autoridades hagan su trabajo y comiencen a invertir lo que las mexicanas y los mexicanos necesitamos para poder movernos seguros, tranquilos y de forma justa, sin temor de no poder regresar a nuestros hogares, sanos y salvos.

Si queremos evitar que estas tragedias ocurran, así como ocurren todas las muertes por hechos de tránsito a diario, necesitamos urgentemente exigir que los recursos públicos se utilicen de forma justa y eso significa invertir más en mejorar el transporte público.


Google news logo
Síguenos en
Marcela Brown
  • Marcela Brown
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.