Escribí ayer en este espacio que el gobernador Enrique Alfaro “sí tiene contacto con el gabinete federal. Hay relación habitual en temas de salud, de obras públicas y de dinero, pero en otras áreas casi no hay comunicación. El gobernador suele usar como contacto a la titular de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, pero al decir de personas cercanas a Enrique Alfaro, esa vía no resulta ser efectiva, o al menos no como se esperaba”.
Ayer el director de Comunicación Social de la Secretaría de Gobernación, Omar Cervantes, me escribió para señalar que “una de las labores de la secretaria Olga Sánchez Cordero es mantener un diálogo abierto y permanente con los gobernadores del país, como lo hace con Enrique Alfaro. Dentro de ese diálogo permanente, la secretaria es el enlace de las y los ejecutivos estatales con el señor Presidente Andrés Manuel López Obrador. En el referido caso en tu artículo, como información complementaria, quien hizo la gestión de la reunión a petición del gobernador Alfaro fue justo la secretaria Sánchez Cordero. El mismo gobernador podría confirmar esta información”.
Y sí. Ayer mismo el gobernador, en redes sociales, agradeció a la secretaria Sánchez Cordero su gestión. Lo dicho por Enrique Alfaro fue lo siguiente: “Quiero agradecer y reconocer a la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, por su intervención para el restablecimiento del diálogo entre el Gobierno de la República y el Gobierno de Jalisco. La plática de ayer con el Presidente definió una agenda de trabajo en materia de seguridad, salud y proyectos estratégicos, a la que daremos seguimiento por su conducto. Estaremos informando puntualmente sobre los avances que se tengan en cada tema”.
Me queda claro que Olga Sánchez Cordero es el enlace con el gobierno estatal. Personalicé una frase en mi texto de ayer y con ello hice implícito que la funcionaria no daba los resultados esperados. Ya hice el señalamiento y no hay manera de corregirlo. Sin que me lo pida, ofrezco a la secretaria Sánchez Cordero una disculpa. Lo que intenté decir, evidentemente sin éxito, es que pese al esfuerzo institucional desde la Segob, los resultados de la relación no siempre son lo que se esperaba desde una de las partes.
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