El estallido en Salamanca, Guanajuato, de una bomba disfrazada como regalo, y que dejó un saldo de dos muertos y varios heridos, trajo a mi cabeza el caso de un suceso similar (que no idéntico), ocurrido en 1994 en Guadalajara.
La similitud esencial es que en ambos casos se disfrazó una bomba como regalo, aunque la magnitud del explosivo fue muy dispar. En Salamanca el radio de la explosión fue de unos metros, mientras que en Guadalajara alcanzó hasta 20 cuadras alrededor.
Lo ocurrido en Guadalajara fue terrible, y no hubo más de cinco muertos porque el artefacto estalló antes de ingresar al salón de un importante hotel donde se realizaba una fiesta de XV años.
De acuerdo con las crónicas de entonces, la que se celebraba el 11 de julio de 1994 era la fiesta de los XV años de la hija de un poderoso narcotraficante. La recepción era enorme, y como se esperaba, estaba llena de jóvenes, aunque se presume que en el sitio estaban también los padres de la joven festejada: Ismael El Mayo Zambada y su esposa.
Quienes debían entregar el regalo eran dos jóvenes que llegaron a las afueras del hotel en un auto tipo Gran Marquis. Los muchachos estacionaron su carro frente al establecimiento, y se dispusieron a bajar la bomba disfrazada, misma que iba en la cajuela, o en el asiento trasero. Aparentemente hubo un fallo en el mecanismo detonador, si es que se haría a control remoto; o uno en el tiempo, si acaso había un reloj y la entrega iba retrasada. En todo caso ese error o mal cálculo evitó decenas o quizá cientos de muertos, pues la bomba estalló antes de entrar al inmueble.
El saldo del suceso fue de cinco personas muertas: dos de ellos eran los emisarios del paquete, y el resto personas que estaban a las afueras del lugar. El Gran Marquis quedó totalmente destrozado. Los cuerpos de los dos muchachos resultaron despedazados. La fachada del hotel y los autos cercanos resultaron severamente dañados. Hubo varios heridos. Por supuesto que la fiesta terminó en ese momento. Policía y Ejército debieron intervenir para atender el suceso.
La noticia fue un escándalo internacional. No hubo detenidos.
Manuel Baeza
Twitter: @baezamanuel