Hay un meme que me recuerda mucho la vida de los partidos políticos. Se trata de una imagen donde dos menores están con sus controles enfrascados en un videojuego, y junto a ellos un niño muy pequeño que también tiene un control, pero el dispositivo no está conectado a la consola.
Algo así me imagino cuando observo los procesos de selección de candidatos en los partidos políticos del país. Se simula que todos participan, pero al final solo uno o dos deciden el resultado, pues los demás (en este caso los militantes de a pie) resultan engañados con un control que no participa.
Porque a decir verdad, las reglas y métodos de selección de candidatos no siempre están claros en los estatutos y reglamentos, y si acaso lo estuvieran las dirigencias siempre se sacan algo de la manga para que sea un gran elector quien tome la decisión final.
Pongo como ejemplo el más reciente: el de Morena, pues hay una confusión sobre las reglas para decidir a los candidatos a las gubernaturas. Se dijo que los consejos estatales decidirían cuatro aspirantes (dos mujeres y dos hombres), y que el CEN podría añadir algunos otros nombres. pero ya con los cuatro por cada estado, la dirigencia nacional anuncia que habrá una encuesta en la que participan... ¡todos! los inscritos. Y luego, quién sabe cómo, reasignarán la lista de seis personajes para una encuesta final.
¿De veras en el partido de la 4T se hará caso a propuestas de consejos y encuestas ciudadanas? Por supuesto que no. Mientras los militantes y los ciudadanos interesados participan, en la Ciudad de México hay negociaciones y jaloneos entre Ya Saben Quién, Claudia Sheinbaum y Mario Delgado para ver quién llegara a las boletas. Todo lo demás es simulación, aunque para ello deban prestar miles de controles de videojuegos que no tienen pilas ni están conectados.
Y no se salva ningún partido. Si uno les pregunta a los dirigentes, responderán serios y con voz engolada que no, que todo está estipulado en sus documentos básicos. Pero en el fondo ninguno, ya sea que vaya solo o en alianza, abrirá realmente el método de selección a quienes deben ser los más importantes: los militantes.