Al ser la región carbonífera en el estado de Coahuila con el menor número de contagios, el gobernador Miguel Ángel Riquelme presentó un plan de reactivación económica, durante la que sostuvo con el Subcomité covid-19 en aquellas tierras.
El mandatario estatal estuvo acompañado por Luis Lauro Villarreal, Jefe de la Oficina del Ejecutivo, así como por Jaime Guerra Pérez, Secretario de Economía en la entidad. Durante la reunión presentaron a los alcaldes el plan, en el cual la labor del Gobierno de Coahuila es cuidar lo que llamó el mandatario como el equilibrio entre la salud y la economía.
La decisión de iniciar la reactivación en la región carbonífera es por el bajo número de contagios, pero saben las autoridades estatales que con un solo caso, se van a disparar los contagios, por lo que se habrán de tomar otras medidas para contenerlos.
Es una decisión difícil, pero se habrán de capacitar a funcionarios municipales para que se conviertan en inspectores en materia de salud, además, los negocios deben de acatar las disposiciones y en lo que resta del año no se van a celebrar espectáculos masivos, por lo que ni el 15 de septiembre se celebrará el tradicional grito.
Los alcaldes de la región carbonífera, se regirán por ocho protocolos, como tener un control sanitario, un registro de casos, un tablero de control, una capacidad hospitalaria, el rastreo de contractos, cuarentenas focalizadas, reapertura social y sectorial y sectores económicos críticos.
Durante la reunión también se habló del regreso a clases, por lo que se les pidió a los presidentes municipales recorrer las instituciones públicas, ver que comunidades no cuentan con internet. También habrá tres fases para análisis del comportamiento del covid-19, siendo una la apertura de espacios públicos para el 18 de mayo.
Serán las estéticas, pastelerías, tintorerías y demás, así como hoteles y restaurantes, mismos que tendrán que ser sanitizados constantemente. Además a partir del 1 de junio la apertura de diversos establecimientos y reuniones en casas particulares con un máximo de 30 personas y en las iglesias al aire libre.
La fase 3, pero la más difícil, es la apertura de todos los espacios públicos, claro, si hay cero contagios.
