Ciencia y Salud

Dolor y placer: fuerzas que controlan comportamientos

  • Para Reflexionar
  • Dolor y placer: fuerzas que controlan comportamientos
  • Luis Rey Delgado García

Todas nuestras acciones tienen uno de estos dos objetivos fundamentales: O bien intentan alejarnos de algo que consideramos doloroso, o bien intentan acercarnos hacia algo que consideramos placentero.

Luego entonces ¿Por qué será que algunas personas fuman? Porque les produce placer. ¿Por qué será que otras, que fumaron por muchos años, hayan podido dejar de fumar? 

Porque esas personas modificaron su experiencia con respecto al fumar, lo cual significa que, en algún momento, fumar dejó de ser algo placentero y se convirtió en algo doloroso, presente o previsto, que les podía causar daños físicos irreparables.

¿Por qué será que algunas personas que realmente quieren dejar de fumar no logran conseguirlo? Porque todavía no alcanzaron a asociar el suficiente dolor con seguir fumando ni el suficiente placer con dejar de hacerlo.

Otro caso muy común. ¿Por qué será que la mayoría de las personas que inician una dieta para adelgazar vuelven a su peso original en término de dos años? 

Todo se inicia cuando la persona se mira al espejo y se ve gorda. Esto le produce dolor, tanto dolor que decide iniciar una “milagrosa” dieta para adelgazar. 

Esta dieta le prohíbe comer todas esas cosas ricas que engordan, por lo cual la persona baja de peso. Ahora, cuando se mira al espejo, ya no siente ese dolor del cual quería alejarse tiempo atrás. 

Sin embargo, aquellos alimentos “ricos” que la hicieron engordar la primera vez siguen representando algo placentero a lo cual, tarde o temprano, deseará acercarse nuevamente.

Ninguna dieta va a funcionar, mientras se considere que, seguirla, representa algo doloroso. 

La clave para adelgazar, de una vez y para siempre, es la asociación de placer con controlar definitivamente la cantidad y calidad de los alimentos. El punto no es sufrir dejando de comer (eso es dolor). 

La clave es asociar dolor con comer en exceso o con ingerir alimentos que contienen grasas saturadas, colesterol y calorías vacías que únicamente dañan el organismo, mientras, simultáneamente, se asocia placer con ingerir alimentos sanos y beneficiosos para el organismo, como lo son las verduras, las frutas y las harinas integrales.

Lo preocupante, es saber que, en la mayoría de los casos, no somos nosotros quienes determinamos qué es doloroso y qué es placentero, ya que, por el contrario, continuamente somos programados para asociar placer con ciertas cosas que en realidad solamente nos dañan y perjudican.

En otras palabras, ser uno mismo quien determine el significado de las cosas y eventos a nuestro alrededor. 

Una vez que lo hayamos logrado, comenzaremos a realizar cambios fundamentales en nuestra vida, los cuales nos beneficiarán emocional y físicamente.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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