Modos distintos, pero con un denominador común: hay mucho que pensar. Y para pensar, hay que sacudir el árbol. En Nuevo León, alcaldes, legisladores, los Tigres, algunos organismos empresariales como la Cámara de la industria restaurantera y el gobierno mismo han salido al apoyo de la decisión de paro de las mujeres el día 9 de marzo.
Aquí, el gobernador Jaime Rodríguez anunció que el 9 de marzo no habrá clase en las escuelas públicas. Dijo que lo hacía para que las maestras y personal femenino de las escuelas, así como las alumnas, pudieran sumarse en esa fecha.
Por su lado, el Tec de Monterrey lanzó un aviso distinto. Sus empleadas y sus alumnas podrán faltar a clases o a trabajar, según el caso. “Es necesaria la reflexión crítica sobre la responsabilidad que tenemos todas y todos para construir un entorno seguro y libre de violencia para las mujeres”.
La Iglesia Católica anunció que se suma al paro nacional de mujeres: es seguro que tiene mucho que reflexionar al respecto. El arzobispo Rogelio Cabrera añadió un pequeño regaño al alcalde de San Nicolás, quien se había contentado con un “vayan, luego reponen las horas”, pero que un rato después se levantó arrepentido del confesionario.
Todos tenemos mucho qué pensar. El hecho mismo de que cualquiera tome una postura supone un primer paso. Pero hay que ver los comentarios que circulan en las redes para darse cuenta de la cantidad y la calidad de la oposición a este paro; comentarios que en sí mismos llevan la violencia que se quisiera erradicar. Como para no creerlo.
Y también hay falta de imaginación en las tomas de postura. Por ejemplo, si simplemente no hay clase en el estado, lo que va a suceder es que las mujeres, que no van a trabajar, cuidarán a los niños ese día en su casa: exactamente lo contrario de lo que buscaría, acabarían dando de comer a los niños y recogerían su tiradero, sin que haya paro alguno en el horizonte.
¿No podrían los niños ir a la escuela y mejor hacer otras actividades con los profesores varones que sí asistirían? Aunque sea un día de futbol, digo...
