Indiscutible la victoria del Santos sobre Xolos; inapelable el juego de los de Almada que le dieron a todos los equipos de México una cátedra sobre cómo se debe presionar al rival en la salida y en prácticamente todas las líneas del campo.
Ver a Santiago Muñoz y a Ocejo en la media luna del área de Orozco fue magistral, de otra liga, de otra filosofía futbolística.
Eso provocó que Orozco no pudiera salir jugando nunca en el partido y tuviera que optar por los despejes largos que no son garantía de que llegarán a algún compañero de equipo.
Desde esas instancias el Santos ya le empezaba a entorpecer el juego y las ideas a Tijuana.
Habíamos analizado lo buen local que es el Santos, donde en su campo somete y reduce a prácticamente todos los equipos, pero quedaba pendiente la victoria a domicilio.
Es importante señalar que el Santos en todos sus partidos como visitante había sido el que comandó las acciones y el que por grandes segmentos de los partidos había jugado mejor que sus rivales (excepto ante Atlas) pero no se hacía justicia al final del tiempo.
Mazatlán y Pumas son ejemplos claros de ello, donde el Santos fue muy superior y con mayor generación de opciones de peligro pero al final se quedó con la miel en los labios.
Cuando se defiende un estilo y ese estilo es abanderado con buen futbol tarde o temprano llega el premio. El sábado llegó ese premio.
La victoria es sólida en todos los aspectos: las líneas del Santos cada vez juegan mejor y se entienden mejor. Félix y Dória dieron un excelente partido.
Félix con gol incluido. Andrade se está convirtiendo en un baluarte y Govea no deslució (sigue la puja por el lateral derecho). Gorriarán y Cervantes han generado un binomio indivisible donde ya no existen huecos en la media del Santos.
Otero es Otero y ataca, defiende y no se cansa. Ibargüen comienza a sentirse pleno en el campo y adelante Muñoz cada vez es mejor delantero.
Está aún el detalle de quién levantará la mano definitivamente con gran nivel en la delantera para ser digno compañero de Muñoz: Ocejo lleva ventaja.
De Acevedo no queda mucho por decir: siempre está cuando se le necesita.
Muy bien por Almada y sus muchachos que tienen muy orgullosa a su afición y, hay que decirlo, a la prensa también.
Toca León en el TSM donde el Santos es un equipo temible para cualquiera. Hay que dar otra alegría el próximo domingo a la Laguna.