La abrumadora mayoría de aficionados Chivas que se dieron cita en el Corona, no se hubieran imaginado que el Santos lograría aguantar con ese gol, de penal, que Barticciotto consiguió al minuto 29.
Chivas trató mejor la pelota, jugó mejor durante casi todo el partido y tuvo la posesión.
También, las jugadas más peligrosas las construyeron ellos. Pero apareció la Virgen: Carlos Acevedo.
No debe caber duda de que el portero del Santos bien merece un lugar en la Selección para el Mundial que se avecina, aunque sea como tercer arquero.
Las condiciones de Acevedo son brutales. En cada partido, el magnífico portero evita 2 o 3 goles para su equipo.
El domingo su atajada más fácil de la noche fue el penal detenido a Alan Pulido, pero durante el encuentro realizó otras atajadas fantásticas.
Al Santos algo le pasó, porque de aquel Santos de la jornada 1 ante Pumas, y la 2 ante Toluca, no queda casi nada: de un equipo que ejercía una presión alta frenética, aunada a una actitud digna de destacarse de todos sus jugadores, ahora queda un equipo carente de ideas, sobre todo en ataque, que se repliega y construye poco futbol.
El Santos por momentos emprende la retirada, o la huida, en sus últimos partidos. Lo de la Leagues Cup fue vergonzoso. Lo rescatable: el triunfo del domingo.
Pocos lo esperábamos y viene a ser una inyección de vida que genera cierta tranquilidad para lo que se avecina el fin de semana próximo: visitar al Cruz Azul, que anda necesitado. Ese será un partido de altísimo riesgo para el Santos.
La suerte con la que el equipo de Francisco Rodríguez corrió ante Chivas, difícilmente la tendrá ante Cruz Azul.
El Santos, dentro de sus cortos circuitos, tiene una defensa que por momentos se comporta a la altura: sus centrales son muy confiables, sobre todo Haret Ortega, que se dejó el alma ante Chivas y hasta terminó expulsado. Balanta parece que siempre hubiese jugado en el Santos.
Lo malo: Ortega no estará ante Cruz Azul y habrá que incrustar ahí a una pobre alma para ese partido.
Pero hay que destacar que el Santos supo aguantar los embates de Chivas, supo ser paciente y no perdió los nervios porque ante esas circunstancias cualquiera se hubiera desmoronado.
Pero el Santos no es un equipo hecho para aguantar. El Santos, por actitud, tradición y obligación, debe ser un equipo que presiones y proponga, siempre.
La defensa no se podrá batir en todos los partidos y Acevedo no puede detenerlo todo.
El resto del equipo debe encontrar el futbol. Ya nos demostraron, sobre todo ante Toluca, que tienen futbol.
