En términos generales, acabó siendo un gran partido de futbol. Pachuca llegaba con 2 derrotas. Santos llegaba con una derrota y una victoria.
Según las tendencias curiosas, lo lógico hubiera sido un empate. Al Santos la aqueja un síntoma muy severo: batalla mucho para concretar.
Construye buen futbol por varios segmentos del partido, pero le cuesta mucho reflejar ese dominio en el marcador.
El Santos necesita que el rival lo medio consienta para poder estructurar sus ideas. De igual manera, al Santos le agrada consentir a sus rivales.
La consecuencia es ver partidos como el que vimos ayer.
La propuesta del Santos, en los últimos años, es ser ofensivo y proponer. La del Pachuca, con Almada, obviamente es la misma. Eso se agradece.
Y una vez más queda algo en evidencia: cuando el Santos necesita soluciones desde la banca, Repetto casi siempre resulta incompetente en eso.
Sí, obviamente la cosa habría sido distinta (aunque el hubiera no existe, y menos en el deporte) si ese gol de Correa no termina siendo anulado.
Pero el Santos carece de empaque cuando se trata de enfrentarse a situaciones adversas, de alta complejidad.
Lo peor es que cuando parece que las cosas se ajustan y se alinean en favor del Santos, se termina quedando con la miel en los labios.
El partido de ayer deja esa sensación amarga de que el Santos pudo hacer y mereció más.
Es en este tipo de contexto cuando a muchos nos visita el pensamiento de que este Santos edición Apertura 2023 es un como jugar a la ruleta rusa con el revólver.
La defensa, aunque lo duela a Dória, sigue siendo pésima. Aquellos días en los que la central del Santos era ordenada e impenetrable han pasado.
La pareja de Dória y Félix hace tiempo que caducó. Pero volvamos con Repetto, que poco aprende de las lecciones que el futbol le da como golpe en la cabeza.
¿Por qué sacó a Duván? ¿Por qué le gusta auto desbaratar lo que su equipo va haciendo de manera decente?
Una cosa tengo clara desde hace tiempo: Repetto no es un gran entrenador.
No es digno (a los hechos me remito) para dirigir al Santos.
Cuando parecía que las cosas medio se habían enderezado, el Santos nos regresa a la realidad con una bofetada traducida en derrota.
Toca un partido como local ante un rival débil.
Seguramente ganará el Santos, pero a todos nos quedó claro que el equipo sigue brindando la cuerda en la orilla de un precipicio.
