Ignoro si este país es el peor de los últimos tiempos; yo creo que se le adula concediéndole cualquier excelencia, aunque sea la del mal.
Lo que podemos y debemos imaginar, que lo que se ha hecho es suficiente, y que la lógica política nos dice que lo que se ha hecho en destruir lo bien hecho por gobiernos anteriores debe desaparecer.
Ejemplos hay muchos: Seguro Popular, Policía Federal, las reformas educativas y un largo etcétera.
Estoy persuadido de que López Obrador tiene desde su larga lucha una suma de fobias en contra de los poderes fácticos, de los contrapesos, y en especial a los gobiernos emanados del PAN. En lugar de invertir su tiempo para fructificar de un modo o de otro la pacificación del país, se dedica a la frivolidad insana de criticar al régimen neoliberal, sin proponer otro sistema.
Y así llegamos a un Año Nuevo en el que esperamos una composición nueva de la nueva política que deberá asumir ante la problemática de la inseguridad.
Cuando él dice que hay buenos y malos, dice una cosa sin sentido. Él perfectamente sabe que la vida es deliciosa, horrible, encantadora, espantosa, dulce, amarga, la vida es todo, y sucede con ella como lo del arlequín del buen Florián, uno lo ve encarnada, uno lo ve azul y ambos lo ven como lo es, puesto que es encarnada y azul y de todos los colores y variantes. He aquí un punto en que todos podríamos ponernos de acuerdo y reconciliarnos con los políticos de la 4T, que por ahora se combaten mutuamente e internamente.
Pero este Año Nuevo tal vez estemos de suerte, que vehementemente deseamos que todos sientan como nosotros y nos permitamos estar de acuerdo en la nueva política de la 4T, ayudando a conformar un vecindario alegre, verdaderamente feliz, porque cuenta con un empleo bien remunerado, seguridad social, y lo más importante seguridad personal.
La política tiene de admirable que extrae al país lo que tiene y le da lo que no posee: trabajo maravilloso sin duda y juego más hermoso, más ilustre incomparablemente que las damas o el ajedrez, pero de todas formas igual de naturaleza.
Los invito mis queridos lectores que a partir de este nuevo 2020 empecemos a crear un México mejor, un estado sin violencia, sin armas, sin carencias, con trabajo, con amor, con dignidad, con más y mejores maestros, con más escuelas y hospitales. La cultura nos hará menos pobres, unámonos todos y así construyamos un estado fuerte y vigoroso donde recreemos nuestra felicidad.