Excelente semana para todos. Los comentarios que surgen, después de compartirte estas líneas, siempre son muy enriquecedores y me motivan a seguirlo haciendo. Gracias por replicar, por compartir, por opinar, eso genera movimiento. Y en realidad tienen eco las palabras, porque están ligadas a la experiencia, al conocimiento, al razonamiento de lo que sucede en la industria y también en nuestro entorno. Te invito con gusto, a que compartamos más y a que inspiremos a más.
No es fácil el escenario para México y para nuestro sector calzado tampoco. La preocupación de muchos empresarios es no poder abrir más mercados, no poder manejar mejores márgenes de rentabilidad contra su competencia, no poder brindar mejores oportunidades a sus colaboradores, por el impacto que esto implicaría en su, ya mermada utilidad. Algunos, con una excelente manufactura, con excelentes productos, pero sin poder ver una alternativa para revertir su escenario negativo. Te soy honesto yo le he comentado a amigos empresarios del sector “Créetela, tenemos el producto, la calidad, los insumos, el diseño, si podemos internacionalizarnos y salir de este mercado controlado por precio”. Te lo comparto con absoluto convencimiento porque sabemos que en México hay fábricas que pueden producir el calzado que se vende en Europa a 500 euros por par. ¿Qué necesitamos hacer para producir más productos con mayores márgenes de rentabilidad?
Tenemos la capacidad de competir en el mundo, estoy convencido de que se puede. Hoy estamos construyendo un proyecto de transformación de la industria en el que estamos invirtiendo el talento de los empresarios, su visión, su experiencia, su conocimiento y además de los organismos que conformamos la cadena de valor, con la idea de alinearnos en una estrategia para todo el sector. Y lo hacemos de la mano de un despacho internacional ¿Por qué?, seguramente tenemos despachos nacionales con la capacidad, el talento, el profesionalismo. Sin embargo, es necesario romper el paradigma y la adopción de una visión distinta, necesitamos el conocimiento y las mejores prácticas de manufactura global, de tecnología, de estrategia. Necesitamos abrirnos, no solo al mundo, sino en nuestra comunidad empresarial y compartir nuestras mejores prácticas y experiencia, con el afán de crear mejor conocimiento y además, con el enfoque de crear modelos de formación y desarrollo del talento, así como de ideas que incrementen la oportunidad de desarrollo para toda la industria.
Gracias a este proyecto de transformación de la industria, además de toda la información estratégica recolectada de más de 70 entrevistas con fabricantes, proveedores, comercializadores, autoridades, instituciones educativas y otros actores de la cadena de valor; hoy hemos sentado bases con la Subsecretaría de Empleo y Formación Laboral del Gobierno del Estado, con quienes hemos tenido reuniones estratégicas para el diseño de un modelo de formación y desarrollo del talento para la industria mexicana del calzado (como pionera en el estado), alineado a los perfiles y las competencias laborales del sector, este trabajo ha sido un esfuerzo de colaborativo de instituciones como: el IECA, el CIPEC, el CIATEC, el CECYTE, la UTL, el CONALEP, DeLaSalle, el ITL, entre otras instituciones, trabajando juntos, convencidos de que una empresa con personal capacitado, con las mejores prácticas, incrementa su productividad, su planeación, su competitividad y eso es lo que requieren hoy nuestras empresas, no solo en calzado, sino en todos los sectores.
Es una realidad, el mercado interno está dominado por pocos jugadores y el precio controla el mercado, donde los fabricantes nos vemos inmersos en una competencia donde afectamos la rentabilidad de nuestros negocios. En una reunión del comité de SAPICA, el cual dirige mi amigo Raúl Hörner, uno de los empresarios que participan, mi amigo Federico Rodríguez nos invitó a reflexionar sobre la importancia de enfocarnos en generar negocios, donde nos compartía que estamos enfrascados en una lucha por precio y no por generar estrategias para ganar más, produciendo menos. Nos decía que debemos enfocarnos en el valor de nuestras marcas, porque, en definitiva, es mejor ganar una mejor utilidad en 20 pares, que la misma utilidad en 200 pares. Y este pensamiento conecta precisamente con mi idea anterior, en donde marcas internacionales que se han preocupado por construir una historia, una relación con el consumidor, un posicionamiento, hoy comercializan sus productos con un mayor margen y por supuesto, existen empresas mexicanas que podrían lograr ese escenario, porque tienen la calidad, el talento, los productos para hacerlo.
Y reflexionando en este sentido, la visión de apostar por incrementar el valor percibido de nuestros productos y enfocarnos a construcción de marcas nos permitirá lograr mejores resultados en el mundo. Creo que debemos visualizar la internacionalización de nuestras marcas y estoy seguro de que algunos empresarios, por el miedo a esta transformación, no nos hemos dedicado a pensar y a planear ¿Cómo lograrlo? Estamos acostumbrados a reaccionar al mercado, a reaccionar a las necesidades de los compradores cautivos. Hoy el escenario ya cambio, gracias a la digitalización, a la tecnología, a la globalización, tenemos al alcance las mejores prácticas de manufactura y necesitamos aprender cómo implementar ese conocimiento en nuestras empresas, para elevar nuestra competitividad.
Un amigo mío, hace ya algunos meses me hizo un comentario muy contundente “Es muy fácil exportar, es muy sencillo, pero hay que tener empresas que tengan implícito esa filosofía, ese modelo de negocios”; ahora esa es nuestra visión en la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG), adoptar una cultura distinta, una cultura global, una cultura de internacionalización. Enfocarnos en desarrollar la competitividad de nuestra industria y del talento de ésta, porque de esta manera, podemos impulsar la creación de oportunidades comerciales en el mundo a través del esfuerzo coordinado de organismos como la Coordinadora del Fomento al Comercio Exterior COFOCE y nuestra área de Comercio Exterior, para fortalecer el plan de internacionalización.
En el mundo hay una necesidad de productos inimaginable. Pero necesitamos invertir con inteligencia en detectar esas oportunidades, un ejemplo es el caso de Canadá, que ha sido país invitado de SAPICA, donde el producto clave para su mercado es el water resistant o waterproof, productos que tienen que tener tecnología en sus materiales y construcción, no sólo diseño. Es decir, existen los nichos y nosotros tenemos una industria de siglos de experiencia, tenemos que aprovechar y desarrollar la plataforma inteligencia que hoy tenemos al alcance, a través de la tecnología. Enfocarnos en encontrar estas oportunidades, concentrándonos en convertirlas, en ir haciendo conquistas, en ir logrando resultados poco a poco, y con ello romper los paradigmas, provocando una industria en movimiento y evolución.