Nuestro México está dividido entre dos fuerzas polarizantes: la democrática- civilizatoria y la autoritaria- anticivilizatoria.
La primera fuerza, quedó demostrado en las elecciones más recientes, es minoritaria: la segunda es mayoritaria.
¿Es ésta polarización impulsada y nutrida por el carisma mesiánico de Andrés Manuel López Obrador?
En principio sí. Pero su personalidad política y su ejercicio del poder son producto de la injusticia y desigualdad históricas de las estructuras de poder económico y político de nuestro país.
¿Está una o la otra, ubicada en un estrato social preciso? Existen tendencias pero no significativas.
Por lo anterior, la pasada elección derrumba el mito de la polarización entre clases medias y altas vs clases populares y campesino indígenas.
La división es entre mexicanos que apoyan la democracia como principio progresivo y civilizatorio y aquellos que apuntalan el autoritarismo como opción regresiva o anti civilizatoria.
Esa es la verdadera polarización que permea en los distintos estratos de nuestra sociedad; la cual, por estar esparcida en el cuerpo social será difícil desarraigarla en los años por venir.
La metástasis de dicha polarización en la sociedad mexicana anticipa dos opciones: la normalización masiva de ese cáncer ante un frágil sistema inmunitario o la generación de anticuerpos para detener esas células cancerosas y destruirlas, poco a poco.
La tendencia hoy, apunta hacia la normalización generalizada.
Ante unas redes sociales indomables pero ineficaces, están los dueños de medios de comunicación nacionales ya encarrilados en ese sentido.
Los espacios de analistas críticos a la 4T están reduciéndose o son perseguidos con el uso del aparato de Estado (la UIF y el SAT). Muchos otros, de menor estatura, buscarán cobijarse en la auto censura editorial.
Los grandes empresarios ya alinearon sus intereses -como lo hicieron con AMLO- a la transexenalidad de la 4T.
La sociedad civil organizada continúa en pasmo desde 2018 y repite las mismas fórmulas como sí la realidad no hubiese cambiado desde entonces. (Continuará).