El 17 de septiembre pasado, Luz Elena Morales, secretaria de las mujeres de Coahuila afirmó: “A mediados de octubre el Gobierno del Estado obtendrá las recomendaciones del Instituto Nacional de las Mujeres, en atención a la solicitud de la Alerta de Género en el municipio de Torreón.” Al día de hoy, 25 de octubre, las misma no ha aterrizado todavía.
¿Por qué fue solicitada? Por el incremento de asesinatos violentos contra mujeres, que suman 48 los últimos 5 años. El contexto es preocupante: Coahuila ocupa, a nivel nacional, el 3er lugar en violencia de género. Y México está entre los 5 países del mundo con el mayor crecimiento en las tasas de homicidios de niñas y mujeres.
¿En qué consiste la Alerta de Género? “Consiste en un conjunto de acciones gubernamentales de emergencia para enfrentar y erradicar la violencia feminicida y/o la existencia de un agravio comparado que impida el ejercicio pleno de los derechos humanos de las mujeres y niñas.”
¿Cuál es su objetivo? “Garantizar la seguridad de mujeres y niñas, el cese de la violencia en su contra y/o eliminar las desigualdades producidas por una legislación o política pública que agravia sus derechos humanos.”
¿Qué se requiere para asegurar una institucionalización eficaz y eficiente de dicha medida? Cumplir las 6 sugerencias propuestas por la organización Articulación Ciudadana para la Equidad y el Desarrollo, AC:
1.Trabajar con las autoridades para implementar la Alerta.
2.Definir con precisión las recomendaciones de dicha Alerta, así como recursos y responsables para ejecutarlas.
3.Aclarar que la Alerta es vinculante. No depende de las autoridades en turno. Y precisa sanciones por su incumplimiento.
4.Establecer indicadores de proceso, resultado e impacto.
5.Definir tiempos de implementación.
6.Armar alianzas con sociedad civil y medios de comunicación para monitorear el proceso.
La declaratoria de la Alerta de Género en Torreón, que está por arribar, no es suficiente. Para evitar su muerte en los laberintos burocráticos es menester cumplir estas 6 sugerencias.
