Pleito inútil y mediático
El senador Samuel García, que adolece de los defectos propios de su juventud, está obsesionado por quitar al Bronco, denunciando que ha cometido diversos delitos, como la utilización de recursos públicos para su campaña por la Presidencia de la República; y el gobernador, a su vez, ha dicho que el senador García ha incurrido en enriquecimiento ilícito y que es uno de los principales factureros de este país.
Lo que preocupa es que el senador, que quiere ser gobernador a toda costa y que tiene derecho a serlo, quiera derrumbar a un gobernador y con ello a un gobierno, causándole un fuerte daño al estado, en lugar de dejar trabajar al Bronco para que termine su sexenio, pues no se ha dado cuenta de lo que sucedería si lo logra.
Si eso sucediera, que no lo creo por los vericuetos legales y la falta de demostración de hechos, el nuevo gobierno tendría muy poco tiempo para seleccionar y nombrar a sus colaboradores e iniciar, con poco presupuesto y nuevos funcionarios, una época distinta. Pero como el tiempo es inexorable, para el año 2020 el estado entraría en un conflicto de inestabilidad y no se lograría lo que interesa a la gente: la obra pública, porque todos los contratos serían revisados, todos los cambios serían instrumentados, y al final, el gobernador interino solo podría hacer ajustes aalgunos proyectos, ya que en el año 2021 se inicia el proceso electoral para nuevo gobernador y todo mundo estaría ocupado en ese tema.
Yo creo que el inquieto senador, auspiciado, según dicen, por Fernando Elizondo y por un medio de comunicación, debe tranquilizarse y pensar en el estado. Y si quiere ser gobernador, que inicie su campaña como corresponde, en 2021. Mientras eso sucede, que deje en paz las pocas obras, pero buenas, que se están haciendo y que no pierda el tiempo de Nuevo León con su publicidad y se dedique a su trabajo, que es el de ser senador de nuestra gran República.
Por supuesto que El Bronco debe rectificar sus errores y tratar de terminar su gobierno bien y a tiempo, y así los nuevoleoneses se lo señalamos.
DESCARTES: Pienso, luego existo… Es tan obvio lo que está pasando, que hasta un niño lo entendería: un senador, apoyado por un perdedor y por un medio de comunicación, quiere desbaratar lo poquito bueno que tenemos.
