Igual en la política: estamos
perdidos.
Sabedor de mi interés por el futbol, desde hace más de 50 años, mucha gente me pregunta por qué la Selección Nacional va con la esperanza de llegar al quinto partido… y nunca llega. Yo creo que si fuera con la esperanza de ganar el campeonato, tendría la posibilidad del triunfo; pero nunca desde la derrota previamente concebida. Esa es la razón fundamental.
Aparte de eso, hay muchas otras cosas más que hacen que México, que tiene muy buenos jugadores, nunca gane, porque siempre llega perdido. Y en la política también: de Guatemala entramos a “Guatepeor”, porque pensamos que la situación actual iba a estar menos mala y salió peor.
Si nos hubieran dicho que venía lo ideal, quizá protestemos, porque no ha sido lo que nos prometieron. Es decir, la política actual está llena de incumplimientos y demagogia; igual que en el futbol, donde los directivos bloquean a los jugadores mexicanos y no hay descenso, que existe en todas partes.
Y además, a los jugadores que seleccionan les inculcan llegar al quinto partido y no como en Marruecos, que es un país muy pequeño en África, muy dependiente de España y que en estos días derrotó a su origen, pues en Marruecos hay mucha población francesa y española; no se rindieron y terminaron con España, que era la favorita.
Entonces, igual en la política que en el deporte, se requiere que se cambie a los directivos, que llegue gente nueva que quiera ganar, no que se conformen con las migajas de quinto lugar y que además no se hagan ricos a expensas de la afición, sin darle a México el futbol que se merece.
Porque si uno compara el futbol europeo y el nuestro, nos da vergüenza, a pesar de que está lleno de extranjeros. No así con los orientales, que antes no se distinguían en ese tema y que ahora ya están, con disciplina, esfuerzo e ideal de triunfo, ganando y luchando.
Descartes: Pienso, luego existo… El problema es de psicología social. Nos educaron a ser perdedores y no protestamos, como está sucediendo en la política y en el futbol, siempre queremos llegar al quinto partido, en lugar de al campeonato, y no para que ganen dinero las empresas que le invierten, sino para ganar prestigio, que lo merece nuestro país.
Luis Eugenio Todd