Son seres humanos y hay que apoyarlos.
Existe en la actualidad en la frontera un verdadero caos, derivado de los cambios jurídicos que hizo el presidente Biden y también de la absorción que México ha hecho del problema, lo que facilitó el Gobierno federal, al ser nuestro país tierra de paso y de regreso a la problemática social que bastante tenemos en México.
Ya es frecuente ver en Monterrey a personajes haitianos; saturados los comedores de caridad y a personas durmiendo en la calle. Este fenómeno se magnifica en la frontera de El Paso, Reynosa, Matamoros, etcétera, y la problemática se hace mucho más compleja cuando se envían 14 mil miembros de la Guardia Nacional norteamericana para no permitir el paso clandestino por su frontera, sea mexicano o de otros países.
Este problema ya produjo la muerte de muchos migrantes, lo que sucedió recientemente por un error elemental de clausurar un albergue y llevarse la llave a su casa. Esta mortandad fue comentada a nivel internacional, por la ineptitud de los encargados y la inocencia de esa gente buena que quiere arraigarse en alguna parte, porque no tiene ni para comer.
México ha sido muy tolerante y eso puede considerarse un acto de nobleza y caridad. Pero también hay que ver que la administración de esa nobleza no ha funcionado porque en nuestro país tenemos millones de mexicanos en pobreza extrema, que aumentaron 4 millones en los últimos tres años.
Basta ir al sureste y a los lugares humildes de las grandes ciudades cercanas a la frontera, como la nuestra, para saber que ese es un problema social y que la solución, que se mide por resultados, no ha propiciado ninguna ventaja para esa humilde masa de gente que requiere una oportunidad para sobrevivir.
Este caos en la migración representa un insulto a la dignidad humana, pues todo ser humano tiene derecho a una vida digna, por lo que se dirigen a los EUA. Y ahora, si tratan de pasar clandestinamente, serán metidos a la cárcel por la ley Biden y los que no logren pasar regresarán a México.
Descartes: Pienso, luego existo… El amor al prójimo está escaseando en esta época de los grandes avances en ciencia y tecnología, lo que solo beneficia a unos pocos y no a aquellos muchos que tienen nada, y que solo defienden su derecho a sobrevivir.