Alma noble ante el destino.
El doctor Manuel de la O, a quien conozco hace muchos años, está haciendo un gran esfuerzo y, al margen de que hay gente que lo critica, yo, que ocupé ese puesto hace muchos años y que lo tuve de alumno, puedo señalar que es un muy buen médico y que está haciendo su extremo esfuerzo.
El hecho de manejar la pandemia, en contra de mucha gente que no comprende que el comercio es importante, pero la salud es primero, y que tampoco entienden el temor de abrir las escuelas, ha consolidado una opinión contradictoria, de un hombre que ha entregado día y noche su conocimiento médico, su capacidad de preguntar a los especialistas, su sensibilidad humana y su enorme capacidad de trabajo, para cuidarnos a los nuevoleoneses y no debemos ser malagradecidos.
Él está luchando contra una juventud que no cree en el riesgo y contra la presión de un gobierno federal que no es realista, y que ha estado enviando vacunas en forma aleatoria y muy tardía, y ha logrado conciliar con las mitomanías de algunos funcionarios federales que, como me lo ha dicho Manuel, quizá nunca han visto a un paciente, sobre todo a niños. Y que no saben que la medicina no es una ciencia perfecta y que debe acompañarse del trato humano, que tan bien practica Manuel.
Ahora les pide a los jóvenes que por favor ya no se reúnan, porque viene una recaída, que está pasando en todas partes del mundo y que en los lugares de pésimo transporte urbano, como el nuestro, y con una innata desobediencia, han crecido las estadísticas de ingreso a los hospitales y el número de muertos. En fin, igual que en todas partes del mundo, es una lucha contra el desierto de la ignorancia.
Descartes: Pienso, luego existo… Ojalá escucharan el discurso de Macron, en Francia, quien generó la credencial de vacunación, sin la cual no entras a ninguna parte social y por supuesto protege la escolaridad, pero prefiere la salud y tiene una visión de estadista, que ya quisiera tener nuestro Presidente. Eso es debido a su enorme formación profesional, a su calidad intelectual y a su firmeza. Ojalá ese discurso se propague en español entre nuestra gente, pues la responsabilidad no es solo del gobierno, sino también de los posibles pacientes.
Luis Eugenio Todd