Próceres de nuestro nacionalismo.
El día de ayer escuché a AMLO hablar en la mañanera sobre la expropiación petrolera, que sucedió en 1938, y después sobre la nacionalización de la energía eléctrica. Por ambas situaciones me sentí orgulloso de ser mexicano y por la lucha por nuestra soberanía de esos presidentes, lo que sucedió hace 60 y 82 años.
El Presidente hizo un panegírico de esos personajes y coincido con él, pues igual que otros países africanos y árabes que estaban siendo explotados por las grandes potencias, México estaba sometido por empresarios extranjeros ambiciosos.
Mi problema es cuando recuerdo que estamos en el siglo XXI y que vivimos en la globalización, en la comunicación y en los avances tecnológicos y que las reglas han cambiado y ahora nos necesitamos unos a otros. Por eso coincido con el filósofo israelí Noah Harari, que dice que la solución para la época es un nacionalismo global, en que cada quien defienda su país con pasión, como lo hace AMLO, pero que todos respeten las mismas reglas.
Descartes: Pienso, luego existo… Hay que recordar a nuestros héroes, pero adaptarnos al presente, para sobrevivir.