No olvidar el concepto Ciudad del Conocimiento.
El ex gobernador Natividad González Parás pudo haber tenido errores y sobrepasó la capacidad de endeudamiento, pero su visión de la ciencia, la tecnología y la cultura lo convierten, para muchos, en un estadista y no solo en un político de transición del poder.
Él vio con claridad que la manufactura iba a ser desplazada por la mentefactura y que estábamos entrando a la época del conocimiento aplicado al desarrollo económico y social. Eso lo hizo planificar el PIIT, que aunque no ha generado las patentes que yo esperaba, es una idea que debe redireccionarse a la Universidad y continuarse.
También generó incomprensión el Foro Universal de las Culturas, organizado por él, pero dejó un legado de museos e interés manifiesto por el arte, mismo que ha permitido recuperar el terreno histórico de Raúl Rangel Frías, en el que la cultura es parte fundamental del gobernar.
Natividad convirtió a Nuevo León en el pionero de la biotecnología nacional y los congresos de esa disciplina de ciencias de la vida fueron los mejores de América Latina, ya que ese tema representa el 60% de las investigaciones que incluyen la biomedicina, la agricultura, el medio ambiente, la bioinformática y todas esas ciencias ligadas a la bioeconomía.
Recuerdo también que gracias a su iniciativa y con el apoyo del profesor Santi de Italia y las gestiones de Claudio Ricchiardi, fue posible organizar congresos en los años 2006, 2008, 2010, 2011, 2013 y 2014, estos últimos auspiciados por la UANL. La disminución del presupuesto federal ha detenido este tema, que ahora está pulverizado, pero sabemos que el rector está muy interesado en recuperarlo e integrarlo, para beneficio del estado y del país.
