La historia cambia y nosotros también.
En la actualidad ha habido una serie de conflictos entre Manuel Bartlett, a quien yo conozco y es muy inteligente, y la tendencia del Presidente a centralizar y nacionalizar la energía en México. Eso es importante de definir, no en función política, sino en función de las necesidades futuras del país y del mundo.
Hace muchos años Jacques Delors, fundador del Consejo para integrar a la Unión Europea, señaló que uno de los principales problemas, aparte del agua, es la energía, pues deberá desplazarse al petróleo, al carbón y los derivados contaminantes, pues pueden producir cambios atmosféricos y elevación de la temperatura del mar, que desborde las costas, como está pronosticado. Todo eso generó el Acuerdo de París y todos los países se comprometieron a impedir la producción de dióxido de carbono, derivado del petróleo y la contaminación ambiental consiguiente.
A partir de ahí todos los países iniciaron la promoción de las energías alternas, ya que en buena síntesis toda la energía viene del sol y el uso del petróleo va a tener que ser suprimido para utilizar fuentes no contaminantes, como la eólica, la biológica o la solar, que es de donde viene toda la energía del mundo, y ya algunos países prometieron que para dentro de pocos años no utilizarán carros dependientes del petróleo y Tesla inició la producción del carro de baterías.
Hay que usar esas fuentes y olvidarnos del petróleo y el carbón
En México, el Presidente y Bartlett están perdiendo el tiempo en conflictos innecesarios, pues lo que hay que hacer es utilizar ya esas fuentes alternas, e irnos olvidando del petróleo y del carbón, que tanto daño nos han hecho, al generar contaminación ambiental y con ella el riesgo de que se desborden los mares, lo cual no es una teoría.
Yo tengo un hijo experto en esto y me asegura que estamos perdiendo el tiempo en conflictos ancestrales de nacionalismos y de coartar a la energía limpia generada por la iniciativa privada, que ha demostrado su utilidad. Debemos reconocer que éste no es un problema político y que la energía alterna, así haya política primitiva o moderna, tendrá que ser aceptada.
Descartes: Pienso, luego existo… Éste no es un problema de nacionalismo, sino de supervivencia de nuestros hijos y nietos. _
Luis Eugenio Todd