Miles de ciudadanos
desfilaron ayer.
Al margen de cualquier partido político, organización o interés sectario, ayer sí vibró un sentir ciudadano que forjó emocionalmente una tesis conceptual, que claramente dice que miles de ciudadanos de este país no están de acuerdo con la reforma del INE, por más que esta venga apoyada por el gobierno federal, el partido Morena y sea iniciativa presidencial. Esto significa que hay un contrapeso ideológico para preservar el INE.
Esta manifestación no es solo un grupo de gentes que se reúnen. Representa una tesis que tiene un sustratum y perfil histórico porque gran parte del siglo XX, si no todo, vivimos bajo un régimen que no respetaba la democracia y había un PRI-gobierno que encabezó Plutarco Elías Calles, con lo que él llamó “defensa de las instituciones”.
Pero de allí en adelante nadie llamó a defender la democracia y el PAN, que era el partido opositor, sufrió mil penurias para conservar ese calificativo, mismas que provenían de soldados cuidando las casillas, robo de ánforas y toda una serie de movimientos que defendían la candidatura de la dictadura perfecta que, si bien nos dio progreso en muchas áreas, no nos permitió ser un país demócrata y presumirlo en los ámbitos internacionales.
Pero todo eso tuvo un hasta aquí y la ciudadanía se manifestó por crear un instituto autónomo y muchas organizaciones que representaban el equilibrio y lo que Reyes Heroles soñó: la oposición, tan indispensable como necesaria para que un país progrese, como él mismo lo dijo, señalando que si no había oposición, había que inventarla porque sin ella no hay democracia, que es la mejor forma de gobernar y eso ha sido documentado en todo el mundo.
Yo no sé cuál será la solución final, pero la alternativa es la democracia o la monarquía disfrazada de ella, como está sucediendo en Nicaragua, Venezuela, Bolivia y muchos lugares en donde el populismo desbordó el voto popular. También en Europa está sucediendo algo parecido que nos está llevando a una crisis mundial.
Descartes: Pienso, luego existo…“El INE no se toca” es un grito desesperado para salvar a la nación de la monarquía institucionalizada; no es otra cosa. No es un movimiento político, sino un grito por la esperanza.
Luis Eugenio Todd