Desafortunadamente en México no existe información consolidada sobre la trayectoria de los egresados de la educación superior una vez que terminaron sus carreras.
Algunas instituciones educativas realizan esfuerzos individuales de seguimiento de sus ex alumnos, pero son iniciativas aisladas y no se cuenta con un sistema nacional que permita evaluar de forma general y periódica los resultados de la formación profesional de los graduados de educación superior, y que sirva como referencia para la toma de decisiones en la materia.
Un buen ejemplo a seguir son los países europeos, que sí cuentan con sistemas sólidos de seguimiento de graduados.
La organización Columbus, una asociación de universidades de Europa y América Latina cuyo objetivo es promover la cooperación internacional y el desarrollo institucional de las universidades, realizó recientemente un estudio sobre los sistemas de seguimiento en algunos países europeos a través de una guía estructurada de aspectos relevantes y mediante entrevistas a los actores principales de los sistemas para entender la metodología y la organización de cada uno de estos sistemas.
Este análisis concluye que conocer el destino laboral de los graduados es cada vez más requerido por los sistemas de acreditación institucional y por la autoridad educativa, e incluso que en muchos casos esto es un mandato establecido por ley.
Señala también que las encuestas se benefician cada vez más de las posibilidades que ofrecen las nuevas tecnologías. Un ejercicio que años atrás resultaba extremadamente caro hoy en día puede llevarse a cabo de manera rápida y eficiente.
En una economía donde la empleabilidad es un elemento central en lo que los alumnos y sus familias buscan de una universidad, contar con un sistema de seguimiento de egresados ha probado tener muchas ventajas.
En primer lugar, permite a las instituciones de educación superior contar con información confiable y pertinente sobre la ruta que emprenden sus estudiantes una vez que egresan de sus aulas: qué competencias y habilidades adquieren en la universidad, cuánto tiempo tardan en encontrar empleo, qué tipo de trabajo están desempeñando, cuánto ganan, qué prestaciones reciben, qué funciones desempeñan, entre muchas otras variables.
Todos estos datos representan un insumo sumamente útil para la mejora continua de las universidades y el fortalecimiento del desarrollo profesional de los egresados. El seguimiento de nuestros egresados es la mejor fuente de información sobre la calidad y relevancia educativa de nuestros programas y de nuestro claustro docente.
Asimismo, un sistema nacional de egresados estimularía aún mayor competencia entre las distintas instituciones de educación superior, públicas y privadas, en beneficio de los estudiantes. En educación superior, como en cualquier servicio público o programa de trabajo: lo que no se mide, no se conoce y no se mejora.
Para los estudiantes, contar con un mapa detallado del desarrollo académico y profesional de los graduados de distintas universidades y carreras constituye un elemento fundamental a la hora de elegir qué y dónde estudiar, pues les permitirá tomar una decisión mejor informada en relación a su vocación profesional.
Para los padres de familia, es una herramienta crucial, pues al ser los principales proveedores de recursos para pagar los estudios universitarios de sus hijos, contar con información sobre el panorama laboral de la carrera que quieren estudiar es, sin duda alguna, de gran valor a la hora de hacer una inversión muchas veces muy significativa.
Finalmente, para los tomadores de decisión, un sistema de seguimiento de egresados les permite contar con información estructurada, continua, confiable y detallada sobre el desempeño académico o laboral de los egresados de la educación superior y con ello diseñar políticas públicas que fortalezcan este nivel educativo.
Con la velocidad a la que está cambiando el conocimiento, los datos constituyen una pieza fundamental para dar dirección al rumbo del sistema educativo en un entorno cada vez más dinámico.
*Presidente y director general de Laureate y de la Universidad del Valle de México