El 9 de noviembre del año pasado el gobierno municipal de Cancún y estatal correspondiente a Quintana Roo recibió en la plaza pública del ayuntamiento una protesta ciudadana por el feminicidio de Alexis, entre el contingente había docentes y alumnado del colegio en el que ella estudiaba. Pero no estuvo a la altura de la exigencia de un grupo de personas que se manifestaban pacíficamente, haciendo uso de su total derecho de asociación y protesta, pues el cuerpo policial les esperaba armado y no dudaron en disparar en contra de las y los manifestantes.
Los múltiples videos que documentaron el suceso son la evidencia del actuar del gobierno carente de todo protocolo de seguridad ciudadana, cultura de paz o Derechos Humanos y que, no conforme con eso, doce meses después no ha brindado la reparación a las víctimas ni ha atendido a la recomendación emitida por la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
Desde entonces, un grupo de las víctimas afectadas se ha organizado para exigir justicia -una vez más- no sólo por el feminicidio de Alexis sino por lo ocurrido el 9 de noviembre.
Las deudas claramente son enormes y el camino que han debido seguir, lleno de omisiones y obstáculos institucionales, sólo aumenta la brecha para que se les brinde justicia de todo.
Ante eso, su ánimo no decae y para mantener el reclamo de que alguna vez alzaron la voz y les respondieron con balas, han organizado una jornada de eventos de lucha contra la impunidad. Me permito invitar a mi público lector a buscar las redes sociales del Comité de Víctimas del #9N para informarse del caso y acompañar moralmente esta exigencia.
Ningún lugar puede ser un paraíso turístico cuando sus instituciones, que deben brindar seguridad, actúan bajo estos parámetros tan arbitrarios y culminan con víctimas heridas de bala.
Twitter: @lolcanul