Una de las maravillas de participar en la crianza y cuidados infantiles ha sido el descubrimiento y reconexión con grupos musicales como Canticuenticos, de origen argentino, que el viernes pasado se presentaron por primera vez en nuestra ciudad airosa.
La agrupación refleja la clara influencia de la poesía latinoamericana combinada con los ritmos musicales; por ello, además de ser una propuesta con composiciones infantiles creativas y festivas, enriquece en aspectos educativos. Sus letras también aportan al desarrollo del lenguaje y vocabulario y sus coreografías ofrecen estrategias para el desarrollo motor, aspectos de suma importancia. Además de ello, colaboran con la promoción de Derechos Humanos y Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Acudí a su concierto y fue muy grato presenciar el espectáculo tan emotivo que ofrecen, y debo confesar que casi me salen las lágrimas cuando la mitad tocaron su canción “Pañuelito blanco”, que hace honor a la lucha de las abuelas que durante la dictadura se manifestaban en la Plaza de Mayo para recuperar a sus familias. Este caso de Argentina ha sido representativo y reconocerlo a través de la música permite acercar a las infancias la educación en la memoria de las luchas por el avance de los derechos, el acceso a la justicia y la reparación.
Otra composición de Canticuenticos relacionada con la educación y los derechos de las infancias, y que fue tocada durante el concierto, es “Hay secretos” que a través de versos en rima ayuda a identificar con una comprensión sencilla situaciones de riesgo.
Cabe siempre señalar los contenidos que nutren y sin duda el grupo, que fue muy aplaudido en Pachuca, es una muestra de que se puede ofrecer a la niñez propuestas artísticas y de entretenimiento que aporten favorablemente a su educación y desarrollo.
